viernes, noviembre 09, 2007

Howard Wiley: Jazz ethnico y espiritual

Howard Wiley
The Angola Project
Independiente HINC Music
2007

Howard Wiley lanzó su segundo CD de estudio, titulado, "El Proyecto Angola". Este proyecto fue elaborado, inspirado en los espirituales Afro americanos y vocalizaciones procedentes de las grabaciones de música Gospel y los cantos de esclavos en la prisión de Angola en los años 1950. Howard se basa en la interpretación de la convocatoria entre los líderes de "congregaciones” y los fieles (preguntas y respuestas), para la creación de una exploración musical única.
El Proyecto Angola muestra una impresionante combinación de dos vocalistas (ópera y popular), junto con dos violines, dos bajistas, saxofón, trombón, trompeta y batería.
“Se trata de validar el jazz, con el desarrollo de la música norteamericana, y está familiarizado con Angola", dice Wiley.
Si bien normalmente, la música tiene el propósito de entretener, algunos músicos van más allá del mero entretenimiento y utilizan su música para promover un punto de vista, su pensamiento y provocar el encender determinados tipos de emociones. Igualmente, el uso de la música como un vehículo para ilustrar a los oyentes. El Proyecto Angola, trata de aleccionar a los oyentes a conocer, tanto sobre acontecimientos de la historia afroamericana como de la música que derivó de ellos. Pero al mismo tiempo, ofrece una visión de las formas más básicas de la música que se han convertido después en el blues, el jazz incluso el estilo New Orleans del blues.
Los solos de Howard Wiley son de primer nivel. Se trata de un músico que entiende su lugar, no sólo en un conjunto, sino como líder o solista, con humildad y modestia por lo cual en la historia de la música de nuestros días, está abriéndose paso por derecho propio como el representante de la próxima generación.
De buenas a primeras, The Angola Project en la magnífica propuesta de Howard Wiley, no parece fácil de asimilar o de entender. Sus canciones son historias, crudas, alegres o tristes, son lamento, gritos, protesta y esperanza pero, nunca conformación. Este trabajo está muy bien estructurado y presentado, por lo que su comprensión se traduce en permitir que los sonidos sugieran y recreen los acontecimientos. Musicalmente no tiene desperdicio alguno y como proposición artística, instrumental y compositiva es sobresaliente.
Para destacar algunos de los temas, lo haré con los que más me inquietaron y en el orden en que aparecen. “The Conversation” donde se luce Howard con su saxo y su creatividad, se basa en entrevistas de archivo con un preso, un "Boss", término de la esclavitud que todavía hoy en día se utiliza. “Trouble Of The World” es un himno tradicional arreglado y orquestado por Wiley cruzando géneros, mediante la inclusión de una mezcla de la voz de la cantante de ópera Jeannine Anderson y la de Faye Carol, con el trombonista Danny Armstrong. El resultado es de una "trascendente espiritualidad". “No more my Lawd”, un Blues tradicional que es una verdadera representación de la dualidad del Afro-Americano, fiel expresión de amor y dolor. Wiley se basó para el arreglo, en una versión cantada en solitario por un recluso llamado Jimpson y trozos grabados por una banda.
Un trabajo para disfrutar con todos los sentidos.

La Trascendencia Intrascendente.

Sucede específicamente en este lugar del sur del continente, Uruguay, pero, seguramente encontremos parecidos, en otros puntos cardinales.
Para quienes de varias maneras estamos vinculados por nuestras actividades al movimiento artístico-cultural, esta realidad se nos hace más evidente, vemos con preocupación, la despreocupación y la creciente indiferencia de los medios en su función o, debo decir, de aquellos que, en los medios tienen la responsabilidad. Los espectáculos, los eventos, las presentaciones acaso algunas obtienen el grado de noticia y en general apenas si son tratados como información y poco detallada, usualmente material de cartelera. Salvo claro está, cuando otros intereses tienen lugar y, porqué no, en otros casos justo es reconocer, las honrosas excepciones. Esto en lo previo. Y, esto es lo que le llegará al público, cuando efectivamente le llega. Así las cosas, es poco lo que se obtiene para discernir, en cuanto al nivel de calidad y de importancia de la oferta. No hay un compromiso por establecer parámetros iniciales como, como veremos, tampoco para luego generar los finales que, son efectivamente los de la trascendencia.
Después del último aplauso -de mucho, poco o casi nada de público- cuando la sala, lugar o teatro, queda vacío, de los comentarios de lobby y de hall, deviene el silencio. Es abrumador saber cuántos excelentes espectáculos y propuestas pasan sin pena ni gloria y quedan en el olvido.
No se producen reseñas, crónicas, foros de opinión, comentarios o críticas en los medios, que generen un ambiente de debate, de polémica constructiva, informativa y formativa que propicie por un lado, el conquistar el interés del publico, motivarlo e integrarlo dándole la importancia, la participación que le corresonde y, por otro lado, que produzca la necesaria preocupación por elevar y mantener la calidad como la competitividad de la oferta. Eso provoca la trascendencia, esa es su significación. Trascender es permanecer, con todo lo que implica.
Esta manifiesta ausencia de trascendencia al trivializar el hecho cultural por parte de los medios y seguramente de quienes le compete, en otras esferas, banaliza y minimiza, el valor de todas las expresiones artísticas. No hay dudas que en los tiempos que corren uno de los dramas es que se ha perdido la exigencia artistico-musical y, cultural en general, con la consecuente "chatura" en la que estamos inmersos. Lo superficial por sobre lo esencial.
La trascendencia de los hechos (culturales) supone además, por su proceso decantador, la sinceración de las propuestas, una sana y vital competencia, mayores beneficios económicos, el respeto a todas las manifestaciones y especialmente la consideración del público.
Trascender también es progresar.

Ricardo Nolé, enfocando siempre bien

LHEN Trío
Ricardo Nolé con: Alejandro Herrera y Pocho Lapouble
"Enfoques"
2007
(*)
Ricardo Nolé: “Este trabajo era una asignatura pendiente. Desde hace varios años que quería grabar un CD de Jazz, con los músicos que más admiro en este país (Argentina). La ocasión se dio este año y el material registrado me encanta. Es mi sexto disco grabado y es la primera vez que, como solista, incluyo composiciones de mis compañeros, simplemente en esta oportunidad, me gustaron tanto los temas de Ale y de Pocho que no los quise dejar afuera”.
(Del librillo de presentación en el CD)
“Enfoques”, es el último trabajo del destacado pianista uruguayo con el talentoso contrabajista y el inoxidable baterista. Abordan un material netamente jazzístico, con composiciones propias de sus integrantes así como nuevas versiones de algunos standars. La fusión de lo contribuido por las historias personales de Nolé, Herrera y Lapouble aportan una visión singular de las vertientes de donde provienen con colores rioplatenses que hacen a una música más abierta y esencialmente creativa.
(Programa impreso / Octubre 2007 / Notorious / Buenos Aires).
Quienes tenemos el gusto de conocer a Ricardo Nolé de contar con su amistad, de compartir horas de trabajo, cafés y las nunca terminadas charlas sobre aspectos de la música, de formas y estilos, de conceptos, mentalidad y actitud de nuestros pueblos, sabemos del rigor con que toma su profesión. De su preocupación como de su satisfacción de poder dedicar buena parte de su vida a lo que es su vida…la música y …el piano.
Así, en este trabajo, Alejandro y Pocho, sus amigotes y compinches en este proyecto (como en buena parte de sus actividades) aportan no solo su talento interpretativo, sino también el compositivo. En este vuelco de Ricardo hacia fuentes originarias de las formas, más abiertas o, menos autóctonas, donde lo contemporáneo busca precisarse, logra y produce el encuentro de otros caminos que, aunque distintos, mantienen nexos y paisajes que evocan lugares familiares y, son el punto de partida.
Con una estética marcadamente jazzística, “Enfoques” y su propuesta llega a ser más apegado en cuanto a estilo y, por tanto aparece como técnicamente más elaborado. Sin embargo, y eso es lo singular que realza la permanente creatividad de las piezas, se aprecian claramente las tres influencias comprometidas, aportadas y que son amalgamadas, unidas por la capacidad arreglística de Ricardo y la interpretativa de cada uno en el conjunto.
Si no conociéramos, al escuchar, el autor de cada pieza, igualmente podríamos saber cuales son las de Ricardo, tanto como identificarlo plenamente en el tratamiento y estilo pianístico que lo caracteriza y distingue.
En la pieza “Cambá”, que el autor dedica cariñosamente a su perro, lo anterior se manifiesta plenamente. “Ahí va” de Alejandro Herrera es especialmente evocativa de la región y, una de los dos temas en el CD en que Ricardo no utiliza piano acústico. Por su parte “Hola Pe” de Lapouble, es un tema suave y sugerente con aires de nostalgia.
En resumen, un trabajo bien armado, coherente y sin mayores agregados como sin rebuscamientos innecesarios e interpretado magníficamente. (JR)

(*) Foto de Portada: aun No disponible.

El Jazz y las nuevas tendencias

La diversidad de las músicas americanas, el "Sincretismo Musical" su fusión y mezcla con la libertad que provee el manejo de los elementos y conceptos del jazz contemporáneo.
Hecho en Uruguay, se emite desde República Dominicana, por 96.1 Quisqueya FM, y, al mundo a través de Internet (http://www.compasillo.com/).
Domingos: de 12:00 m a 1:00 y de 6:00 a 7:00 pm.

Aquí verás, a parte de los artistas que incluimos

Alejandro Luzardo (Uruguay) radicado en Barcelona, España.
En vivo con La Candombera.
Alejandro es quien interpreta la versión musical que identifica al programa.

El Web-Magazine

Un recorrido por el Jazz local, regional, latinoamericano y mundial.

Para Uds., esta invitación en primera fila:

Dave Brubeck Quartet (1961)
Brubeck, piano; Paul Desmond, saxo; Joe Morello, batería; Eugene Wright, contrabajo.
Take Five (Toma Cinco)

miércoles, octubre 17, 2007

Jazzdanzoneteando con Aymes y Reyes

Roberto Aymes / Jaime Reyes
JazzSones & DanZonesJazz
Cat Records / México
2007

El Danzón, forma que normalmente conocemos más en México por su delicadeza y sensualidad al ser bailado nace en Cuba, derivado de la Contradanza y con la riqueza de los elementos propios del Caribe.
El primer Danzón escrito se remonta a 1879 del compositor Miguel Faílde con el título de "Las Alturas de Simpson", en donde ya se encuentran los elementos cadenciosos y rítmicos que le caracterizan.
Mientras que el Son, también cubano, de antigüedad probablemente mucho mayor y que contiene elementos diversos procedentes de la música africana y española, se adopta como forma en los suburbios montuneros de algunas
ciudades orientales como Guantánamo y Baracoa. Pero no es sino hasta 1909 que se traslada a La Habana y de ahí al mundo.
En México primero se baila el Danzón y luego se canta el Son, la década de los alocados 20’s es el momento y el Puerto de Veracruz el lugar; tan solo el tiempo les daría la posibilidad de incorporarse al terreno jazzístico, cosa tan obvia como el Rag Time y el Blues en otros tiempos y coordenadas.
Como a la mezcla de Danzón y Son en Cuba se le ha llamado Danzonete y con la aportación del Jazz en todo esto, la invitación a este concierto es directamente a Jazzdanzonetear con mucho swing y jícamo.
Afectuosamente,
Roberto Aymes (en el librillo de la presentación del CD).
JazzSones & DanZones. El escuchar y disfrutar esta excelente producción, permite entre otras cosas, la posibilidad de introducirnos en la historia musical que forjara el sonido que hoy conocemos como “Caribe” que asociamos a determinados lugares pero, que han sido adoptados y desarrollados en todo el
área y, siendo indudablemente, influencia y raíz importante de otros ritmos y géneros en todo el continente.
Sones y Danzones característicos, representativos como emblemáticos son revisitados y “agiornados” aquí magistralmente, por Jaime Reyes en el piano y Roberto Aymes en el contrabajo. Con la libertad que propenden los arreglos jazzísticos, sin por ello, desatender el concepto original, piano y contrabajo dialogan y, en esa conversación van destejiendo unas formas individuales para ir tejiendo, en la convergencia, otras que confluyen. Por momentos son una sola voz y en otros, identificables cada una, formando un coro. Esto permite una interacción muy creativa y singular, donde colores clásicos, se funden con armonías modernas, introducciones exquisitas, escalas de blues, swing, salsa, y son tangueado donde, no es raro “oír” y reconocer compases, y melodías adoptadas perfectamente, a veces en el piano, otras en el contrabajo.
Se nota en todo el trabajo un respeto inmenso por lo tradicional.
Igualmente un marcado buen gusto que lo trasciende más allá de lo auditivo y, se percibe sin duda un aire de mexicanidad que le da al resultado el necesario “valor agregado”. Efectivamente, estamos frente a dos grandes músicos que aquí, juntos, nos hacen disfrutar y mucho por cierto, que interpretan y al hacerlo, además lo hacen con una entrega total.
Por afinidad, quizás, me impresionaron especialmente: “Nereidas”, “Chan, Chan” y “Lágrimas negras” pero, sería injusto con este soberbio trabajo, por lo que significa y por lo que provoca su escucha, el intentar destacar una o más piezas, por sobre las otras.
Los 10 temas son diez obras extraordinarias. (JR)
Contenido:
1- Nereidas / Amador Torres Pérez “Dimas” (1900-1976) Danzón
2- El Manisero / Moisés Simons (1890-1945) Son Pregón
3- Chan-Chan / Francisco Repilado “Compay Segundo” (1907-2003) Son
4- La Mora / Eliseo Grenet (1893-1950) Danzón
5- Mamá, Son de La Loma / Miguel Matamoros (1894-1971) Son
6- Almendra / Abelardo Valdés (1911-1958) Danzón
7- Lágrimas Negras / Miguel Matamoros, Bolero Son
8- Los Negritos (Cucurumbé y Negrito Sandía) / Francisco Gabilondo Soler (1907-1990) Danzones
9- El Cadete Constitucional / Jacobo Rubalcaba (1895-1951) Danzón
10- Bilongo (La Negra Tomasa) / Alejandro Rodríguez (1925-1967) Son
Jaime Reyes, Piano y Arreglos
Roberto Aymes, Contrabajo y Dirección musical

De las últimas visitas


Niño Josele. Anda niño! ¡Qué manera de encarar la guitarra española –flamenca y jazzísitca – de estos tiempos! Con mucha lírica y un criterio innovador singular y contemporáneo que lo destaca de entre otros cultores. Muy bien acompañado el Niño. Realmente enriquece al flamenco con su Jazz y le da un aire renovador al Jazz con su flamenco. De pocas palabras José Heredia H., sin embargo, se brindó con su guitarra, con su expresividad en dedos y cuerdas, sin que hiciera falta, entre ellos y la gente, otro diálogo. Excelente performance la de Esperanza Spalding, más que esperanza es una realidad contundente. Creativa y con muchos recursos en el contrabajo, dando el pulso o complementando y cuando cantó: conmovió. Horacio “El Negro” Hernández como siempre solvente, redondeó con orden buenos climas y ambientes. Tal vez, para quienes tenemos el oído habituado a su fuerza, pudo habernos parecido un tanto “sosegada” su participación pero, sin dudas, siempre especial y convincente.
Del 1 al 10 ...un 9.
NuBox. Cuando el Jazz Tour planteó dentro de su calendario anual, la presencia de este grupo oriundo de Alemania – que resurge y retoma con nuevos aires sus proyectos – sin duda, lo hacía para complementar y ampliar el espectro de los estilos (Floor-Dance-Jazz, Acid Jazz, Nu Jazz), dando espacio a fórmulas existentes y exitosas en otras latitudes pero, muy poco conocidas en nuestro país y, por poco conocidas, debe entenderse eso y, además, poco escuchadas, poco “masticadas”.
Más allá de la posible novedad, prevaleció para el público en general un cierto escepticismo respecto a lo que estos músicos y experimentadores de sonidos propondrían (obviamente, con la correspondiente diatriba de nuestros “expertos”, puristas y ortodoxos) lo que se reflejó en menos asistencia de la esperada. El ambiente adoptado, tipo Boliche o Discoteca, pareció a los efectos el más apropiado aunque a mi juicio, confundió más a la audiencia neófita. Realmente diferente, creativo y distinto como efectista el cuarteto, estuvo yendo del Cool a lo “cold” cuando no, y, por momentos, repetitivos y predecibles. Mucho volumen, innecesario creo, no aportaba al trabajo de la banda que entraba en calor más por las luces y el trabajo, que por el ambiente. Estuvieron discretos, cumpliendo con el compromiso, lo que dificultó el aquilatar, por el público, la real trascendencia de la presencia entre nosotros de esta propuesta. Reiner Winterschladen (trompeta) mostró poco, no se exigió, Alois Franz Kott (bajo) muy interesante su accionar, el de más argumentos, Peter Ernst Eisold (batería) inspirado, el creador y provocador de climas, y el DJ ill Vibe (Vincent Graf Schlippenbach) salvo algunos “chispazos” de ingenio, a falta de otros conocimientos de su arte – por mi parte – no transmitió mucho más. Sobre el final del show, subió a escena una joven (cuyo nombre, desconozco) que, para mi gusto, le dio un particular y sugestivo toque de color al espectáculo con su canto.
Del 1 al 10, un 6 pero, bien vale la experiencia.
Dave Douglas Quintet. Si la propuesta anterior (NuBox) era “osada, pero importante”, esta era “lógica y necesaria”. Una emotiva experiencia músico-sensorial que, en perfecta armonía con el Teatro Solís, en tanto escenario ideal, nos dejó totalmente satisfechos. El auditorio, gratamente sorprendido por la alta factura creativo-musical de Douglas con su quinteto, fue dejando la duda y reticencia inicial – en parte expectativas, en parte desconocimiento – y se dejó llevar por lo que Douglas y sus muchachos proponían y, éstos, se fueron adueñando poco a poco del espacio con sus propuestas. Apenas amplificados, casi acústicos, especialmente la batería; ya desde el inicio Douglas mostró que venía con un equipo, en equipo más que con acompañantes y desde la primera pieza (Inspiración), sonaron ensamblados, homogéneos y mostrando una creatividad que trascendía en todo momento la libertad con que se movían musicalmente en cada tema. Conociendo el sonido de Dave Douglas únicamente por sus discos, quedé muy impresionado con la “desusada” presentación a la que estaba asistiendo y, reflexionando sobre el ejemplo, “lección” o, ratificación de que a veces, hay veces en que, simplemente con el volumen preciso (por supuesto, un lugar ad hoc) y el nivel artístico necesario, se crean, climas, ambientes, texturas que, propician un espectáculo musical de gran calidad y originalidad.
Particularmente, la pieza dedicada a Steve Lacy (el notable saxo soprano) fue un compendio de estos atributos que menciono, ¡maravilloso! Precedido de
importantes reconocimientos internacionales, el vanguardista trompetista Dave Douglas efectivamente no se encasilla en estilos, ni en axiomas o etiquetas dentro del género, suena libre, generoso y dúctil, inteligente pues, se rodea de compañeros ideales para organizar sobre la escena, la escenografía perfecta a sus creaciones. Cada instrumentista es parte del resultado. Incluso Douglas, no trata de sobresalir o descollar sino que sutilmente empuja, permite, y logra que sus compañeros entreguen lo mejor, siempre en pro del resultado total. El “equipo” de Douglas, como decía más arriba, lució solvente e, hizo lucir a Dave y su música. Uri Caine en el Fender Rhodes, siempre correcto e inspirado; Eric Revis, al contrabajo, preciso al mantener el pulso e ingenioso en el diálogo; Clarence Penn, batería, creativo y ocurrente, fue siempre el suplemento idóneo, el eje; Donny McCaslin, saxofón, el partenaire, cómplice y apoyo de las ideas de Douglas, quien convenció con sus propuestas y dejó bien claro que, todo lo que de él se dice, es absolutamente justificado.
Del 1 al 10, un 12…
El Jazz, y la magia de la música en vivo, se hizo presente en el Solís.
Pero. El pero, merece comentario aparte. Y el “pero” no es para el artista, ni el espectáculo, ni el Jazz Tour. Es para la insoslayable realidad de la chatura en la que estamos cayendo. Hubo suficiente promoción del espectáculo e información clara. Pero, hubo muy poco público. Pero, persisten en mantener
la vigencia del desinterés por el género en los medios, en las radios.
Pero, las emisoras no programan el género, ni siquiera el realizado por los nuestros. Pero, se insiste en calificar de elitista y música para unos pocos, al Jazz. Pero, dicen que si no conocen o no saben, no lo van a entender.
Pero, una gran parte del público que plena distintos espectáculos, exposiciones o teatros, no sabe a ciencia cierta que va a presenciar.
Pero, muchos salen gratificados luego, por la nueva experiencia vivida y seguro vuelven. Pero, los que estábamos presentes, comprobamos – una vez más – que no hay que entender o saber, que basta con oír y sentir. Pero, ignorar o negar esto, es como suponer que, para disfrutar de una buena comida, hay que saber cocinar …por favor!
Unos peros más. Pero, el asunto o problema, no es (o, no debiera ser) la procedencia de estos músicos. Pero, no es la falta de información, sino la mala información lo que confunde.
Pero, más allá de la eventual frustración del artista que nos visite – por la escasa convocatoria – lo triste es que somos nosotros (la gente en general) los que finalmente, nos perdemos el conocer y disfrutar de su arte. Pero, también nuestros músicos, pierden la oportunidad de confrontar ideas, de tener referencias, de ampliar sus horizontes creativos y mentales.
Pero, aun con todo lo expresado, lo peor, es caer en el “horror”, ya no error, de encerrarnos en el aldeanismo de nuestras propias fronteras.
Claro…matemáticamente, tenemos chance! …tenemos?

Foto Dave Doglas Quintet: (Especial) Andrés Cardinal

La mirada de Amy London


Amy London
When I look in your eyes
Mótema music
2007

Cuando me miro en tus ojos. Amy London es una de las vocalistas más interesantes del panorama del jazz vocal de Nueva York por estos días. En éste, su más reciente CD en el mercado, Amy toma prestados del “Songbook” americano 12 canciones muy bien escogidas para su estilo, en un recorrido por autores que van desde Gershwin, Cy Coleman, hasta Carlos Jobim. London imprime a su canto emoción y sensualidad apoyada en una instrumentación muy apropiada con un equipo bien acoplado y conformado por los pianistas John Hicks y Lee Musiker, Rufus Reid, en el bajo, en los metales Richie Vitale, Dan Greenblatt, Chris Byars y John Mosca, Leroy Williams en batería y, el esposo de Amy, Roni Ben-Hur en guitarra.
El CD comienza con una interesantísima versión de “There a boat thast’s leavin’ soon” canción de la ópera Porgy and Bess, de Gershwin, donde el ensamble música-voz se escucha bien afiatado, dando la tónica general del resto del trabajo. Gillespie y sus aires marcadamente “latinos” son recreados con mucha fuerza por la banda con scatting de Amy incluido, en la pieza “Wouldn’t you?”. Leonard Berstein es muy bien recordado desde el musical de Broadway, Wonderful Town, “Ohio”, donde la prestancia vocal de London se establece. La canción que da título a la producción, “When I look in your eyes” de la película Doctor Dolittle marca una inflexión importante, una línea melódica y pasional en la interpretación que, es tal vez, donde mejor se desenvuelve Amy cosa que volvemos a apreciar en “Passarim” de Jobim y que le dan a la propuesta el toque de variedad necesario para hacerlo dinámico y entretenido. (JR)

El Problema II

Cumbia Villera, Cumbia plancha.
Generos que, a partir de influencias externas, se desarrollan de adentro (ghetos, barrios marginales, asentamientos, villas miserias) hacia afuera, con los elementos con los que cuentan y poseen. En estas condiciones no hay -en su génesis- mayores conocimientos, ni instrumentos y en ocasiones cuando los hay, no se los domina. Pero tienen cosas que decir, sonidos, y el ritmo que lo une. Hay que buscar dentro de los límites donde son relegados, el recrear el mundo más allá de algunas calles. Así se van reuniendo y aportando a un lugar, esquina o "paradero", el ritmo de cumbia...como lo perciben sus oídos y, como les sale en su intención de hacerlo música.
Invariablemente, el ser humano es lo que sabe, lo que conoce. Y el barrio es el eje, condiciona, proteje.
Como se puede, como se sabe con lo que se tiene, suena el barrio, la villa, y habla como el barrio, con la cumbia.
Ya cuando las condiciones del grupo logrado, trasciende algunos límites, vienen los beneficios (porque como todo, para alguien siempre hay negocio) y con estos, la posibilidad de mejorar los instrumentos, algunos exóticos, "tremendas máquinas" e incluso aprender otros acordes. El caso es que, aun cuando acceden a un poco más de conocimientos, estudiando, incorporando a músicos más dotados, la cumbia, la cumbia villera no cambia su característico sonido, ni su razón de ser, ni su mensaje implícito...
El punto arquetípico, consideran que es porque quienes hacen esta música, piensan, sienten y viven el sonido de esa forma.
Y como decía, el barrio es el eje, condiciona y proteje. En el barrio son importantes, son estrellas, queridos, respetados. Fuera de él, están en aguas desconocidas. Tal vez por eso pareciera que, cuando salen, el barrio va con ellos.
En gran medida bajo la apariencia de protesta y reflejo social, muchas veces y a modo de transgreción, supone transformarse en un acto de arrogancia, buscando someter a "la otra parte".
Claro, normalmente asumimos que, los responsables, son los demás y nunca nosotros.
No nos debemos olvidar que, en su momento, el Tango - como el Jazz y otros generos de extracción popular - si acaso alguno finalmente no lo es, fue un genero marginal, mal avenido, considerado "reflejo de la sociedad en que vivimos", decadente y poco menos que excecrable.
Si una diferencia podemos anotar y, muy importante, es que el Jazz, el Tango y en menor medida otros generos, fueron educándose, aprendiendo y creciendo como generos, en la medida que incorporaban profesionales, de gran capacidad y calidad, músicos, poetas y escritores creativos integrándose a la sociedad toda para representarla y no para establecer alguna diferencia de tipo social o clasista que se mantenga en la actualidad.
Así las cosas, la historia bien podría tender a repetirse ...esperemos que sí y,
mientras tanto, pensemos que solo los cambios generan progreso y éstos, son un asunto de todos.
"Todo tiempo pasado fue mejor". Soy un convencido de que esto no es así. "Todo tiempo pasado fue distinto".
Habiendo vivido y participado en por lo menos dos "últimas épocas" creo que uno de los dramas es que se ha perdido la exigencia artistico-musical.
La creación artística, en este caso la sonora, se convierte en un hecho comunicador en un lenjuage, que puede ser un mecanismo liberador de sentimientos y emociones pero también puede ser un mecanismo constructor de conocimiento ya que por parte del público puede haber múltiples lecturas y experiencias que las podemos clasificar dentro del campo del conocimiento.
La construcción de conocimiento, no parte solamente de hechos científicamente concretos, el conocimiento no se reduce solamente al aprendizaje de teorías y formulas matemáticas.
Generamos construcción de conocimiento cuando entablamos múltiples relaciones con el entorno ya sea relaciones de juego, observación, socialización.
Formando, contruyendo. Un proceso que debió haber comenzado porque, es al
que luego va a procrear, al que dará continuidad al barrio y sus expresiones, al que hay que integrar e incorporar con elementos y herramientas.
Con formación, con divulgación, difusión y, dotado de la actitud necesaria para luego discernir. Será esa misma persona la que, al conocer, al tener los elementos, al poder evaluar y decidir por sí mismo, provocará que las cosas decanten y, que caigan por su propio peso al hacerse cada vez más exigente.
Lo que también me queda claro es que no podremos comprender el contexto o al menos suponer -si acaso sacarnos algunas dudas- la mentalidad de un Yanomami, si nunca pisamos siquiera el Amazonas, de igual manera que será bastante difícil discernir algunos criterios y menos las razones fundamentales de la existencia de estos generos, por la simple razón de lo inevitable de convivir con estas músicas o escucharlas -casi en secreto- arrellanados en nuestro sillón favorito, en la comodidad de la casa.
Pero, dudo de que muchos señores tan solo por su "nombre" o título, cúmulo de conocimientos o información, tengan la "palabra santa". No por que lo diga "el señor fulano de tal" habrá de ser. Hay mucho señor por ahí, diciendo necedades!

Suena el barrio...

Alguien dijo: (...) "Pero no dejo de reconocer que en esa música hay un transunto creativo. (...)".
Nao foda, voçe acha?

Pibes Chorros / Argentina (Pamela)

...Con la cumbia

Y tambien dijo: (...) "no tendrán academia, pero tienen dos orejas con una intuición del coño"(...)

Olha so! minha sinhora...

El Empuje / Argentina (La Mema)

El futuro, ahora...

El ambiente, el entorno tiene mucho que ver en la formación de las personas.
Max Segen, este niño, de apenas 2 añitos, en la falda de su padre y en la compañía de amigos, muestra una capacidad, un oído rítmico excepcional. En determinado momento se le cae una de las baquetas y, es fantástico apreciar la actitud musical que tiene, al esperar llegar a el tiempo exacto para entrar.

Un gran músico de solo 7 años

Jacob Armen, es un joven prodigio, domina a los siete años su instrumento y, bien guiado y permitiéndole desarrollar su gusto e intuición, demuestra una concepción musical innata y extraordinaria. A su edad, interactúa sin problemas con una gran orquesta.

viernes, septiembre 14, 2007

Hamilton de Holanda, íntimo.


Hamilton de Holanda
Intimo
Adventure-music records
2007

Hamilton de Holanda: canciones con aroma de lugares. "Intimo" es un disco concebido en momentos de soledad e inspiración, en cuartos de hotel, aprovechando el ocio creativo de los descansos en sus giras. Un disco donde las canciones parecen tener el perfume de los lugares donde fueron concebidas.
Para conocer mejor, los detalles más personales de la concepción de este trabajo y de Hamilton, de las motivaciones, de la parte humana del músico y su instrumento, buscamos el testimonio de quienes han podido estar junto al artista, cerca o, compartir de su propia voz la experiencia.
Hamilton de Holanda, dice Mario Carvalho, explicaba que, "Intimo, significa la democratización de los medios, del uso de la tecnología en función de la música, ya que el disco fue grabado sin los "aparatos técnicos" de un estudio (apenas usando mi laptop, un m-box y un buen micrófono). Quizás dentro de un estudio, tendría equipos o micrófonos de mayor calidad y un gran ingeniero de sonido pero, en la forma en que lo hice, tuve más contacto con el lado humano, en aquel momento de soledad, de nostalgia y de euforia por venir de hacer un super show el día anterior".
"El concepto del disco tiene que ver con un lugar donde todos nosotros nos encontramos, donde nuestras almas se pueden ver y, aquel momento en que la pesona detiene todo y piensa, reflexiona o igualmente, no piensa en nada. Y, esas músicas entran exactamente en ese momento".
Beto Feitosa por su parte, nos cuenta que Hamilton de Holanda, escogió un repertorio que mezcla los clásicos de la música brasileña con, composiciones inéditas. La carencia de un "compromiso" a un rigor conceptual, deja al artista todavía más libre e informal. Tocando lo que le provoca, apetece o inspira en el momento de tocar.
Así se incluyen temas de Tom Jobim, Dorival Caymmi, Chico Buarque y Edú Lobo, Paulo Jobim y Ronaldo Bastos, Silvio Caldas y Orestes Barbosa, Noel Rosa y Vadico, Cartola y por supuesto las de la propia autoria de Hamilton. De París el trajo la grabación de "Senhorinha", una de las canciones que, asumiré el riesgo de destacar junto con "Feitiço da vila", que llegó con el equipaje de Zurich, en su casa de Río, grabó "Samba do Sonho" y otras, "Luiza" y "Beatriz" (T. Jobim y Ch. Buarque y Edú Lobo) fueron grabadas en Cayena en la Guayana francesa, en el mismo cuarto registró "Amor, saudade amor" en homenaje a su esposa Cinara. "En esa canción, apreté 'Rec', tomé en mis manos el Bandolín y salieron la melodía y la armonía ya listas. Creo que es una de los temas más bonitos que he hecho", rememora el artista. También la señalo junto con "O bem do Mar" aunque, repito y aclaro que, todas las canciones del CD, son versiones totalmente especiales y disfrutables.
Mención aparte y necesaria corresponde a la presentación gráfica del CD.
Algo a lo que Adventure-music Records, nos tiene acostumbrados. Y, precisamente, como otras veces, logra "impresionarnos" con el delicado y elegante empaque. Rojo y Negro en portadas y librillo. Imágenes que logran con su abstracción, la asociación esperada.
Carioca de nacimiento pero, criado en Brasilia, Hamilton mostró su talento desde niño, al lado de su padre el guitarrista José Américo de Oliveira. Consquistó distintos premios, hizo la escuela de música y vivió en París para mejorar su técnica. De lo popular a lo erudito, su personal instrumento de 10 cuerdas -singular adaptación del músico - que potenció su Bandolín dándole más posibilidades como, la de hacer solos y acompañamientos a la vez. Hamilton, gusta y llega tanto a los especialistas como a los legos.
"Intimo". Su escucha es, realmente, una invitación al relax, a la meditación, a la introspección sosegada dejando perder la vista y los pensamientos a través de un ventanal real o imaginario, quizás un sofá, una copa, el techo a modo de pantalla de proyección, sin prisa, sin angustias o presiones...compartir simplemente, dejarse llevar por las evocaciones, aromas y sonidos. Y lo logra.

Hamilton de Holanda nominado al Grammy por "Brasilianos". “Brasilianos”, ha sido nominado en la categoría "Mejor álbum instrumental" al Grammy latino. “Brasilianos” fue grabado en el 2006, por Hamilton de Holanda quien es considerado como el mejor ejecutante del Bandolin de Brasil. Conocido también como "el príncipe del Bandolim" en el ambiente musical del mundo. Hamilton de Holanda de 32 años, se mostró muy satisfecho y contento por la nominación de “Brasilianos”, producción que fue editada por el sello Adventure-music Records. Con “Brasilianos”, Hamilton de Holanda y su Quinteto, pretenden homenajear y considerar a todos esos instrumentistas con músicas de Brasil y del mundo. La vanguardia de los instrumentistas jóvenes de Brasil, todos creativos, inquietos que mantienen toda esa efervescencia característica de la música y de los músicos brasileños y de la cual Hamilton de Holanda es un ejemplo. http://www.aurora.com.uy/enclavedejazz/novedadesdetalle.asp?id=51

Globalización vs conexión.

El hombre ya no se define sólo por lo que produce ni por cómo lo produce ni –salvo algunas excepciones religiosas– por lo que consume. Por ello, y porque el ser humano siente necesidad de diferenciarse para identificarse, cuentan mucho más las otras diferencias culturales, mucho más profundas. Los nuevos medios de comunicación, unidos a las migraciones y a la creciente urbanización permiten, además, que esas diferencias –incluso grupos minoritarios, radicales o marginales– tengan un alcance global.
Al tiempo que se suprimen fronteras físicas surgen con más fuerza otras barreras mentales. Junto a un proceso de homogeinización, se produce otro de fragmentación del mundo. En un mundo en el que "la diversidad no está sólo en tierras lejanas sino aquí mismo", como dice el antropólogo argentino Néstor García Canclini.
En nuestros días "ser, es estar conectado". Con ello se pierde capital social de un tipo determinado (contacto directo físico) y se gana de otro (contacto virtual).
Como afirma Sinezine en su blog, "esto, da para una esencial interrogante: esta cantidad de mezclas son producto de la globalización, la tecnología y la infinidad de posibilidades de escuchar música de distintas partes sin la necesidad de mover ni un pelo de nuestras pestañas. Entonces, ¿esto es positivo, o de alguna manera poco a poco las verdaderas tradiciones musicales de cada región se están perdiendo con el pasar del tiempo?
Es realmente positivo que estemos viviendo en un mundo donde todas las ventanas estén abiertas, y que las armonías sean totalmente visibles para la gente que se interese por ellas, por lo tanto, esto fomenta la amplitud musical a la que puedan llegar los oyentes o los compositores".

John Vance en su Villa musical


John Vance
Dreamsville
EraWan Records
2007

El vocalista John Vance, ha construido una importante carrera con trabajos en la televisión, películas, producciones de teatro y anuncios. Pero, es su pasión por la música la que inspira la realización de este CD y carta de presentación desde el primer tema. Con excepción de "If yoy go" de su autoría en conjunto con Jeff Colella - pianista y co-productor del disco - Dreamsville, como se llama esta propuesta y, que es tomado de la pieza de igual nombre de Mancini, Evans y Livingston, contiene una excelente recopilación, fresca y contemporánea, de "tesoros" de los estandars de Jazz que, en consonancia con el ser clásicos, son re energizados en la interpretación melodiosa, de Vance quien, está bien acompañado por instrumentistas de primer orden como lo son, el mencionado Colella al piano, Trey Henry, contrabajo; Kendall Kay, batería; Stacy Rowles, trompeta y flugel y, Larry Koonse, guitarra.
Podríamos decir que, hay dos tipos de cantantes de Jazz. Unos, utilizan su canto como un instrumentistas usando, además, la melodía y las líricas como puntos de enlace para, a partir de ellas, crear improvisaciones abstractas.
El otro tipo creo, es el de los contadores de historias, cavando profundamente en el signficado de las palabras que cantan y, respetando o trabajando adheridos a la melodía como la expresaron los compositores hacen propia, internalizan cada canción. John Vance, se me ocurre que es de este segundo lote. John es consecuente con su trabajo, un repertorio clásico, con visos románticos pero, bien tratados por el formato acústico, ajustado y correcto que le sirve de apoyo y, sin tratar de emular o parecerse a nadie, sin tratar de lograr registros o tonos arriesgados,le imprime un toque personal, calido como distintivo a toda su producción.
"Like a Lover" de Dorival Caymmi, "If you go", "Speack Low" y "Bluesette", son de alguna manera las representantes, de todo lo bueno que este trabajo de John Vance nos ofrece, sin estridencias, sin otra pretensión que hacernos pasar un bueno momento con estos clásicos del Jazz.

El problema: Merengue de calle, Cumbia villera, Cumbiancha y Pagode.

En estas regiones al sur del continente americano, han surgido y existen, coexisten con una fuerza arrolladora, generos y subgeneros musicales que, aun cuando se producen como resultado de mezclas, influencias foráneas, terminan siendo manisfestaciones propias como locales y, por ser de extración sumamente popular son similares en su génesis. Y son el paralelo por su influencia social con el Reggaetón - el perreo - (doggy style), el Rap latino o, el Merengue de calle, entre otros. En Argentina reina la "Cumbia Villera" con las Bailantas, luego el "Cuartetazo", el más antiguo que deriva del merengue, ha logrado estar mejor conceptuado. En Uruguay el "Tropical", mezcla ya autóctona de Plena, Cumbia y Axe y la "Cumbia" plancha o Cumbiancha. En Brasil, un destilado propio de las favelas conocido como "Pagode".
Los ingredientes, derivaciones y consecuencias son los mismos y no por casualidad.
Tratándo de darle forma de nota o artículo, a algunas ideas que, las realidades musicales - muy, muy populares - de los últimos tiempos me han generado al tratar de analizarlas, más allá de comprenderlas o no, a raíz de muchas coincidencias y paralelos con otras expresiones que, entre ellas conviven y comparten por contemporaneidad que no por vecindad, me llega y leo la bien interesante columna que, el colega, hombre de la música y la radio, el amigo Alexis Méndez de "Música Maestro", publica en el diario "Hoy" de República Dominicana y en su Blog homónimo.
Se titula: "El problema", y comienza diciendo: "El problema no está en el merengue de calle. El es resultado del problema. El problema no es la abundancia de "basura musical", sino la carencia de buenas propuestas.
No debemos ser absolutistas. No cambiaremos nada sacando el reggaetón y el rap de los medios de comunicación. Estos también son parte del resultado, (...) El problema es que ellos no tienen escuelas de música a su disposición. El problema es que se refugian en "puntos". El problema es que para ellos, el que vende drogas es más "vacano" que los integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional…dicen que esos músicos no están "alante, alante".
Sonriendo, me acordé del "atajaperros" (gran escándalo) que en una ocasión me formó una señora, que vendía en la calle, sobre una tabla algunos CD's de música que habían salido a la calle un tiempo atrás acompañando la edición de un periódico "progresista" local. Los CD's en cuestión, de tirada económica, contenían compilados de grupos y músicas variadas. Al pasar y ver el título de uno de ellos me detuve y lo tome en mis manos para ver el detalle. Inmediatamente al comprobar que el título en nada justificaba el contenido lo dejé sobre la mesa cuando, en eso, la señora me dice: "Hay otros de cumbia villera, bailanta, tropical, todo bien 'plancha', baratos. ¿Hay alguno que le guste? ...es poca plata".
Gracias, le dije, aun baratos salen caros y, proseguí: Si yo tuviera ahora mismo mucho dinero, o el suficiente señora, compraría toda la producción de estos discos. En parte para que los grupos obtuvieran su "beneficio" y que no dijeran que se atenta contra su trabajo o su forma de ganarse la vida. Igualmente cubrir los costos de lo conexo. A esta altura, la señora ya me miraba con cara de pocos amigos y había, varios curiosos alrededor. No me detuve ahí: entonces con todos esos discos, una cantidad bien grande estoy seguro, haría una enorme fogata, una monumental fogata con ellos.
La señora me despidió con una una retahilla de "procaces" ademanes y adjetivos como bien han de imaginarse.
Sí, esta señora no podía comprenderme y menos conocer mis razones para derivar en "Nerón de los CD's" con mi destemplada reacción. Lo de ella era obtener algunos pesos para su sustento.
El público cautivo y natural de estos productos, hace normalmente un gran esfuerzo, muchos sacrificios para comprarlos y, poco es lo que finalmente estos discos le van a dejar, como no sea un rato de bailable narcósis, y con sus mensajes, justificar y excusar esta existencia en la que, sin que se den cuenta, son sutilmente atados y mantenidos. Porque la oferta es amplia y contínua. Es, un negocio brillante.
Sin dudas Alexis - en este párrafo inicial - lleva mucha razón.
En lo estrictamente musical, nada aportan y mucho deforman. Estas manifestaciones son el reflejo y nada se obtiene con pretender "callarlos".
Pero, hay otro factor insoslayable y perverso además de lo argumentado por Alexis. Es el de los pingües beneficios que esta industria le produce a unos cuantos personajes. Se mueven millones detrás de toda esta "realidad" que, en tanto industria próspera, invertirá en mantener su clientela.
Porque hacen falta más que buenas intenciones, buenas propuestas y que a quienes les compete dentro del estado se ocupen de sus funciones, que cuenten con proyectos, que destinen recursos. Hace falta compromiso! Y eso nos atañe a todos.
Prosigue Alexis en su columna: "(...) Hace falta dejar a un lado la aburrida e insípida materia "Educación Musical", donde te repiten, desde el 5to curso, hasta finalizar el bachillerato, que "música es el arte de combinar el sonido y el tiempo". Podría ser más factible implementar programas de apreciación musical que involucren a la población escolar, en especial a los niños entre 6 y 12 años y crear cursos alternativos para los que tengan aptitudes musicales. También hace falta integrar, desde la primaria, alguna materia que trate acerca de la "Ética". Eso no tiene que ver directamente con la música, pero hace falta".
En nuestros países aun se mantiene ese desfase, donde en lugar de buscar motivar al joven, acicatear su natural curiosidad, alimentar el espíritu de búsqueda, de aventura y darle razones, simplemente se los deja expuestos sin elementos, frente a arcaicos procesos que - cuando éstos son más vulnerables - terminan por empujarlo a caer y, en su mayoría a ser, masa moldeable e influenciable de estas industrias que están a su alrededor.
Pero no debemos perder la perspectiva. Tanto, el estado como los institutos, escuelas, ministerios o universidades están conformados y formados por gente, por personas.
Lo expresado por Alexis me hace reflexionar. Recuerdo, de mis experiencias por tantos caminos de cambiantes paisajes, por haberlo vivido personalmente, no solo en mi "primera" juventud pues, en la casa de mis padres, de parientes, familia y amigos o en los lugares que solía frecuentar - siendo que siempre hemos estado expuestos y ha habido de todo tipo de músicas - ya sea en radio, discos, cine y hasta en la TV, la música que nos rodeaba y oíamos, con sus cambiantes estilos generacionales y modas, era normalmente considerada, al menos "bien hecha". En general, esto lo pude comprobar reiterado, en el testimonio de aquellos con los que he compartido a lo largo de la vida. Hoy, de manera natural, así mismo ha sido generándose y desarrollándose la mía.
Definitivamente, hay buena música y mala música. Como también hay malos y buenos libros. Sin intentar profundizar o filosofar al respecto, pienso que, de la misma manera que quien me lee, puede discernir lo que es bueno de lo que es malo, a través de lo que le dice su experiencia (formación, educación, memoria heredada) y hasta su corazón, así mismo puede evaluar y concluir respecto a la música. Convengo sí, en que lo difícil de reconocer, de evaluar es, esa delgada línea que separa la una de la otra.
Normalmente muchos confunden las cosas e, inmediatamente replican: "Yo tengo todo el derecho a escuchar lo que quiera o lo que me guste". Lo cual, es totalmente justo, correcto y verdadero. Pero, eso es absolutamente distinto y otra historia.
Complementa Alexis: "(...) De haberlo hecho antes, la imagen del "dominicanyork" no estaría tatuada en todos los rincones de la sociedad: En la música, en la manera de hablar, de vestir…en la televisión, la radio, la política. Cuando me refiero a dominicanyork, no lo hago pensando en la digna comunidad que se desarrolla día a día en la gran urbe, sino a los que viven distorsionando valores… los llamados "jodedores".
Nos explica criteriosamente Alejandro Llano Cifuentes: "Es imprescindible que tomemos a los jóvenes en serio. Como decía el maestro Corts Grau, a la juventud hoy se le adula, imita, seduce, tolera... pero no se le exige, no se le ayuda de verdad, no se le responsabiliza... porque, en el fondo, no se le ama. Y esto es, en definitiva, lo que los jóvenes sospechan y, aunque no se atrevan a declararlo, proceden en consecuencia".
Personalmente, en mi vida sigo siendo un eterno aprendiz.
Con algunos años menos, tenía la creencia, la esperanza de que iba a contribuir a cambiar las cosas. Ahora, en estos tiempos, eso no tiene sucedáneo. Hay una gran decadencia, hay escasés especialmente de valores y voluntad. Se le rinde pleitesía a lo mediatico y lo inmediato, a lo fácil traducido en una, apología de la estupidéz o exaltación de lo vanal.
Según Ratzinger (en palabras de A. L. Cifuentes), "la realidad hace superflua la apariencia. Y esto adquiere crucial importancia en una sociedad poblada de simulacros, como es la "sociedad del espectáculo" en que vivimos, donde lo que se valora es el brillo, la prestada claridad, el reflejo de luces artificiales en la superficie de objetos niquelados.
Si hoy maleducamos a toda una generación desde el punto de vista cívico, es porque les enseñamos a que valoren el brillo y ni siquiera aprecien el resplandor. Les inducimos a pensar según la razón instrumental y no les dejamos sosiego ni libertad para esforzarse en ejercitar la inteligencia meditativa".
Y, concluye Alexis: "(...) Es un problema que puede solucionarse a mediano o largo plazo, o tal vez no se solucione …depende de los que lleven el timón de este carro sin rumbo".
Nos dice Alejandro Llano Cifuente: "Lo que demanda la sociedad es una "nueva ciudadanía", mucho más activa y responsable, en donde las personas no se conformen con ser invitados de piedra en el concierto público, sino que ejerciten con energía y decisión su libertad social, su responsabilidad cívica y su creatividad cultural.
Los nuevos ciudadanos, quienes habrán de tomar el relevo de la cosa pública dentro de poco, tendrán el honor y la carga de configurar ese mundo tan distinto al actual de una forma hondamente humana. Será necesario que aprendan una asignatura que no está en los libros de texto ni se puede incluir en los planes de estudio.
La formación cívica se adquiere como por ósmosis en las relaciones de parentesco y vecindad. Esto pone en primer término la necesidad del buen ejemplo. Sólo quien conviva con buenos ciudadanos aprenderá a serlo. En esta disciplina, todos somos discípulos y maestros a un tiempo. Cada uno debe pensar: que no sea yo el que les falle".
Creo que es muy importante el concientizarse de esta realidad. Pero más allá de comprenderla o de entenderla, es necesario no ser hipócritas veletas y según de que lado el viento sople, tratar de estar bien con "Dios y con el Diablo", y pretender que estos productos tengan, al menos, una advertencia - al estilo de la que llevan impresa las cajetillas de cigarrillos - "el consumir este producto puede ser nocivo para el desarrollo normal de su intelecto...". Aceptarlas equivale a asegurar su mantenimiento (que el negocio rinda muchos dividendos), en las mismas condiciones en el mejor de los casos pero, seguramente con una sustancial brecha social y cultural. Comprender estas expresiones y entenderlas, no ha de significar aprobarlas.
No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino... en esta especie de "Super Market cultural" en el que estamos inmersos, y en un mundo, cuya comprensión nos trasciende.

lunes, agosto 13, 2007

Ricardo Silveira: el otro lado del río.


Ricardo Silveira
Outro Río
Adventure-Music Records 2007

Otro Río. El otro río, el de la musicalidad y de la guitarrística contemporánea Brasileña, la metáfora es perfecta: el otro "río" del hombre y el músico. Ricardo Silveira es sin duda, uno de los músicos internacionales más respetados del Brasil. Esta producción marca su séptimo trabajo, una obra de grandes como marcados matices y belleza musical, del buen hacer musical, con 12 piezas originales en las cuales el guitarrista desgrana toda su vena artística, compositiva y técnica. Es muy interesante el hecho de que su música sea compartida con otros grandes instrumentistas que, además de aportarle sus colores, engrandecen su creación conformando un equipo humano incomparable.
Ricardo Silveira nacido en Río de Janeiro, creció oyendo bossa nova, samba y marchas de carnaval. Sus primeras influencias fueron los guitarristas Baden
Powell
y Joao Gilberto.
Se interesó por Jimy Hendrix y más tarde fue influenciado por Wes Montgomery y George Benson. Después de terminar el segundo grado, Ricardo dejó Brasil y, por dos años, estuvo estudiando en el Berklee College of Music.
Después de tocar por largos años con Herbie Mann, Ricardo volvió a Brasil para interiorizarse y profundizar más aun en la música instrumental convirtiéndose en uno de los profesionales más solicitados por los músicos de estudio.
Grabó varios discos con los más respetados artistas y acompañó a Elis Regina, Hermeto Pascoal, Gilberto Gil y Milton Nascimento. Co escribió y hizo los arreglos de la música "Portal da Cor" realizada con Milton.
Entre los trabajos con Gil y Milton, Ricardo grabó su primera producción como solista, "Good to Play": esta grabación es considerada como marco de referencia en la historia de la música instrumental brasileña.Tiene en su haber una nominación al Grammy por su CD "Noite Clara" grabado en el 2003.
Expresa Ricardo: "Yo toco desde el punto de vista de un músico brasileño. Hay elementos de Funk y de Jazz pero, no me gusta decir que toco fusión. Yo soy un músico que gusta de diferentes formas de música y, me siento muy bien explorando esos diferentes mundos musicales".
Elegir tres temas como los más "destacados" no es tarea simple pero, podríamos separarlos dejándonos llevar por lo emotivo, lo técnico y lo expresivo, así diríamos que "Choro Bacana" es totalmente evocador donde además, en su conjunto, destaca el clarinete de Nailor Proveta (de quien sólo tengo gratísimos recuerdos como persona y como excepcional músico que es);
luego diremos que "Outro Río" además de resumir esta propuesta, nos muestra la altura musical y humana de Ricardo y, para dejarlo sólo en tres temas, "A medida do meu coraçao" en dúo con la voz de María Rita, totalmente disfrutable.
Intervienen: Ricardo Silveira, guitarras; André Rodrígues, Jorge Helder y Rómulo Gomes en Contrabajo; Renato Massa, Jurim Moreira y André Tandeta, Batería; Marcos Nimrichter y João Donato, Piano; Marcelo Martins, Saxo Tenor; Nailor Proveta, Clarinete; Armando Marçal, Percusión; Maria Rita, Voz y Jaques Morelembaum, Violoncelo. (JR)

La Música: Indispensable. Identificación psico-sociocultural

Luc Delannoy, filósofo y musicólogo trata de, "demostrar científicamente que la música es indispensable para la sobrevivencia del ser humano. Tanto como respirar y comer".
El especialista en fenomenología, hermeneútica y neuromusicología sostiene -en entrevista con Angel Vargas y publicada en La Jornada de México(10/03/06)- que la música es una facultad inherente a la naturaleza humana y no una capacidad adquirida, sin negar sus funciones culturales y sociales.
"La música es una facultad natural. Este aspecto implica un debate sobre innatismo, es decir, si nacimos con una mente virgen o si ya hay algo en ella al nacer. Soy defensor de esta teoría y creo que nacemos con facultades innatas, entre ellas predisposiciones musicales. Esto significa que la forma que tiene el recién nacido de relacionarse con el mundo exterior y su propio mundo interno es protomusical". "El cerebro es un órgano que se autorganiza, sin embargo, ya están presentes las facultades y lo que hace uno con ellas depende del entorno social. La música es, por tanto, una facultad natural, no un conocimiento cultural. Esto no significa que no tenga funciones culturales ni sociales."
Pitágoras pensaba que la música era un número; Aristoxenus, su discípulo, consideraba que la música generaba emociones y sensaciones. "Desde aquel tiempo, en el mundo occidental se ha concebido a la música o de forma demasiado matemática, que la esencia de la música es el número; o al contrario, que la música provoca sensaciones, emociones, reacciones físicas. "Ahora, las emociones no son sólo cerebrales, implican reacciones de organismo y cuerpo. Sí hay una relación muy fuerte entre las músicas y las emociones".
Por su parte, Gomar Cisternas -comenta en Goliardos-Wordpress argumentando su posición en el sentido de que, aun habiendo otras expresiones que puedan definir nuestra identidad sociocultural, la música en este sentido nos representa y nos incluye a todos. Sostiene que junto con el lenguaje, esta manifestación artística (toda vez que requiere de habilidad) y cultural (por ser parte de nuestra forma de vida) es uno de los únicos mecanismos que, aparte de aparecer sólo en la especie humana, se desarrolla de forma fenotípica, es decir, viene en nuestros genes, se activa con la interacción y se hace notoria concretamente. La música tiene su mayor influencia en la adolescencia, cuando el ser humano busca definir la personalidad que tendrá en su estado adulto.
Debido a esto, el ser humano es, por naturaleza, un ser musical. Y es así como lo plantea el Dr. Stefan Kölsch, neurocientífico del Instituto Max-Planck de Alemania, quien en un estudio junto a su equipo llegó a la conclusión de que el cerebro humano ha desarrollado una gran afinación para recepcionar y producir música, no importando la educación musical del individuo o si a éste le interesa mucho la música. “Vemos en nuestros experimentos que la gente, que a sí misma se considera muy poco musical y que nunca ha tocado un instrumento, es capaz de procesar la información musical que le presentamos de forma muy precisa y con gran exactitud”.
Todo esto es lo que nuestra historia nos revela. Hace más de 300 mil años, los primeros homínidos ya daban señales de expresión musical, tanto a través de sonidos vocálicos como con instrumentos de madera, hueso o piedra. El proceso de producción musical se volvió cada vez más complejo y el sentido de la música se tornó tan importante que ésta se convirtió en un instrumento de multiuso para toda clase de actividades, ritos y expresiones artísticas y emocionales.
Cada cultura alrededor del mundo posee su propia música. La música es un magnífico punto de referencia para que los seres humanos nos identifiquemos, ampliamente en sociedades y particularmente en individuos. Cada punto geográfico, histórico, social y psicológico tiene su particularidad musical, la cual está fuertemente ligada a su idiosincrasia y/o personalidad.

Machan: cosas de la vida...

Machan
Motion of love
Nu Groove Records - 2007

El movimiento del amor. La guitarrista y vocalista Machan acaba de lanzar su segundo álbum y, primero con el sello Nu Groove Records.
Son diez canciones, nueve de ellas compuestas totalmente por Machan. Canciones cuya temática y texturas se desenvuelven alrededor de tramas como el amor y la pérdida, las vueltas de la vida.
En su propuesta, Machan nos ofrece una mezcla, bien lograda, de sonidos que van del Funky, pasando por el Reggae, los sonidos y ritmos brasileños y el Jazz todos perfectamente ensamblados en piezas de perfecta ejecución y rítmica, con arreglos sólidos y que permiten en lucimiento -sin estridencias- tanto de la voz de Machan -su intervención con la guitarra- como de la participación de los invitados, piezas que cuentan además, con melodías y letras atractivas que suman para un resultado equilibrado que redunda en una experiencia musical agradable, especialmente para aquellos que, no teníamos el gusto de conocer a esta intérprete.
Participan en este trabajo como anfitriones e invitados, lumbreras del Jazz tales como John Scofield, John Medeski, Randy Brecker, el percusionista brasileño Portinho y Dany Louis, los cuales dan realce y redondean un resultado que conforma.
Machan dentro de la diversidad de su trabajo, mantiene diríamos, una constante estilística representada en su vocalización, suave y delicada que se mueve perfectamente y destaca en temas como "Motion Love" donde el aire lounge es muy agradable y define los caminos siguientes. Otro tema que sobresale es "Everyday" que hace del sonido reggae una interesante base y, sin desmerecer el resto del contenido, donde esperaríamos más compromiso en los arreglos -y que seguramente estarán presentes en venideras producciones- pero que en general igualmente condesciende y satisface, "Without your smile" es el restante tema a destacar.
Integrantes e invitados: Machan (guitarra y voces); John Herrington, John Scofield (guitarras eléctricas); William Galison (armónica); Aaron Heick(saxo alto); Randy Brecker (trompeta); John Medeski, Steve Gaboury(Fender Rhodes piano); Danny Louis (clavicordio); Tim Lefebvre, Gustavo Amarante (bajo); Ganita Janusonis, T. Xiques, Jerry Marotta, Portinho, Rodney Holmes, Shawn Pelton (batería); Nanny Assis(congas); Rick DePofi, Elaine Caswell (coros). (JR)

La vista y el oído.

La música existe en todas las sociedades, pero los canónes estéticos, los comportamientos, las normas, implícitas o explícitas, a veces antagónicas e incluso irreconciliables, tienden a establecer diferencias entre los distintos universos musicales.
Una distancia particularmente grande separa a la música clásica occidental de las músicas negras, cuyo conocimiento, ejecución y apreciación parecen regidos por criterios diferentes.
Cada ser humano y cada civilización dan prioridad a uno o varios sentidos en
su aprehensión del mundo. Mientras en Occidente el ojo ocupa un lugar preeminente en las sociedades negras se da más importancia al oído. El mundo occidental, que atribuye un papel preeminente a las artes plásticas y a lo escrito (que pasan por la vista), tiende a apreciar la música de forma a veces cerebral, a través de la partitura y de la interpretación (considera una "lectura" de la obra), ligada a convenciones relativamente restrictivas y apartadas de lo corpóreo.
En Occidente se establece también una distinción muy marcada y casi una dicotomía entre la música clásica (que incluye la música sacra), considera música "seris", y la música popular o folklórica, que queda desvalorizada.
Mientras en Occidente se insiste en la fidelidad a pautas establecidas, en el África y la América negra se valorizan la imaginación y la improvisación en la oratoria, la música y la danza. Ahora bien, en la música negra, el bailarín se ciñe ciegamente al ritmo: el mismo, disociando las partes del cuerpo, crea su propios polirrítmos a semejanza de un instrumento musical.
Esta manera polirrítma de bailar es la clave de todas las danzas latinocaribeñas. Los bailarines de esas regiones nunca procuran imitar exactamente la complejidad del tempo; en realidad, sus movimientos dan con su propio contrapunto a la textura de los ritmos.
La interpretación de la obra occidental, con el ceremonial que la rodea -el escenario elevado que separa al público de los músicos; el director de orquesta imponiendo, batuta en mano, su concepción de la obra; el atuendo de gala (frac, traje de noche), el silencio casi religioso y la postura estática exigida durante el concierto, y la salva final de aplausos-, demuestra la distancia que la separa del auditor, que no participa físicamente en el fenómeno musical y no está autorizado a bailar con la música o exteriorizar de manera demasiado visible sus emociones.

Extractado / Fuente: Isabelle Leymarie, "La vista y el oído", publicado en Revista El correo de la Unesco, mayo de 1995.

martes, julio 03, 2007

Muiza Adnet: beleza! no canto alem do Brasil (*)


Muiza Adnet canta a Moacir Santos.
El apellido Adnet está (y estará) ligado siempre a la mejor expresión musical de Brasil. Más allá del trabajo de proyectos "en familia", Muiza trasciende por sí sola, el ser la hermana de Mario Adnet.
Esto viene siendo realidad con la presencia y participación de Muiza en anteriores producciones y corroborado creo, particularmente en esta, dedicada a la memoria de Moacir Santos quien, falleciera apenas haber terminado las sesiones de grabación.Es una excelente producción, la cual obviamente apunta a un mercado que gusta, que aprecia el sentir como el sentimiento musical de Brasil y que, no necesariamente, se encuentra en dicho país.
Cuenta con invitados especiales como Milton Nascimento e Ivan Lins en el canto -además de Muiza y el propio Moacir- asimismo, en la parte instrumental están Zé Nogueira, Ricardo Silveira y Armando Marçal, entre otros con la dirección musical y arreglos de Mario Adnet.
El repertorio, en la cálida voz de Muiza, recorre las creaciones más emblemáticas del carismático músico y compositor, las que hiciera con Gil o De Moraes, como de su época en el exterior con Ray Evans o Cotti, especialmente aquellas que mejor pintan sus raíces nordestinas que, siempre afloran y están presentes en la musica de Moacir.
En inglés o portugués Muiza tiene una cadencia especial y un color singular y típicamente brasileño que, por un lado la identifica como la distingue, por el otro. La orquestación en general -"Moacirista"- está muy bien cuidada y magnificamente ejecutada. Otro valor agregado -mérito de Adventure-music- y que siempre señalamos es, la presentación gráfica del CD: elegante, fina, clara.
Si tuvieramos que destacar, apenas tres piezas entre la docena que compone esta producción, estas podrían ser: "Off and On", la otra sin dudar, "Naná" y la tercera, "Se voçe disser que sim".
De familia de músicos, Muiza Adnet comenzó a grabar siendo todavía una niña, en discos infantiles tales como: Bloco da Palhoça, Mussum, Zé Zuca y Ana Terra. Más tarde paso a grabar jingles publicitarios y coros en grabaciones de diversos artistas de MPB. En el periodo entre 1991 y 1992 integró la Banda Nueva de Antonio Carlos Jobim, participando de shows y grabaciones.
Participó de la serie de CD's Décadas Collection -MPB de las décadas del 50 y 60, lanzados por Indie-Universal en 1999 como solista; del CD Villa-Lobos Coração Popular de Mario Adnet en el 2000 como participación especial; del CD y DVD Jobim Sinfónico, como solista y coros -grabado en vivo en la Sala São Paulo- en el 2002; del concierto Jobim Sinfónico, presentado en el Broward Cernter for the Performing Arts en Fourt Lauderdale, Florida en Marzo del 2005; del show de lanzamiento del CD Choros e Alegría en el Auditorio Ibarapuera en San Pablo y en la Sala Cecília Meireles en Río de Janeiro en Octubre y Noviembre de 2005.
Tuvo como profesores de canto a Felipe Abreu y Ana Madalena Nery. Comenzó a dar clases de canto hace tres años. Es graduada en la Licenciatura en Música por la Universidad de Río de Janeiro.
"Si yo fuera el Emperador, Muiza sería mi cantante exclusiva". Moacir Santos

(*) Belleza en el canto más allá de Brasil

Grupo de Jazz se ofrece. Para mas información, llamar...

En esta parte del mundo, en el hemisferio sur, estamos en invierno. En una ciudad como en la que vivo (Montevideo, la ciudad capital más austral del continente) de cara al mar -en realidad es río, el Río de la Plata- hace bastante frío y, particularmente este invierno, se ha presentado con temperaturas muy bajas.
El frío y yo, como que no nos llevamos del todo bien. Especialmente a la hora de sentarse a escribir. La inspiración -normalmente en forma de voluntad, de motivación- no parece rondar y los dedos de las manos y los pies (tiesos) -aun con el cercano calefactorcito de halógeno- me recuerdan persistentemente que estamos en época hibernal.
Pero, me he hecho el compromiso, de mantener -más o menos- actualizado el Blog, de manera que, con muchas interrupciones (para calentar mis manos, buscar café, te o mate, para "templar" el espíritu, etc.) hecho mano, valga la reiteración, de apuntes y notas que siempre recopilo y acopio con la finalidad de analizar, estudiar para tratar y desarrollar luego en algunos de mis escritos.
Como los que siguen o, como este que recolecté de "nuvolaglia" y en el cual Oscar Pita-Grandi nos dice que: "como toda expresión artística, el jazz no está exento de detractores o aguafiestas. Algunos de éstos sostienen que el eclecticismo del jazz es incompatible con el buen gusto. Es decir, que lo que se alimenta de aquí y de allá, de elementos diferentes para crear algo, no es de buen gusto por su condición “impura”. Cosa más absurda. No existe hombre puro. El arte camina con el hombre; y lo sobrevive si es que posee, dicho arte, cierta valía para las sociedades venideras. Y también como el hombre, el arte altera lo presente, transforma ilusiones de futuro, anula o esquiva o se funda en lo pretérito de su existencia para mirar desde allí, y crear o saltar hacia lugares solo accesibles desde el fondo de su memoria. Aquellos detractores olvidan que el jazz es en esencia ecléctico, o sea, impuro. Aquella condición de impureza del jazz es su mejor virtud. La música moderna le debe lo que es al jazz y a su eclecticismo. Desde el charleston hasta el grunch. El jazz es un híbrido desde que nació y lo será hasta que muera. Nosotros, al oír el jazz de hoy, podríamos pensar que es puro; sucede que surgió hace tanto tiempo que ya hemos olvidado, acaso nunca lo supimos, que tan impuro fue alguna vez.
El jazz es música humana, decía Erick Dolphy, y esto lo comparten muchos músicos. A Duke Ellington le encantaba hablar de "humanidad", y la pianista Jo Ann Brackeen ha dicho que jazz significa “hacer espiritual lo humano”.
Ahora bien. Que uno sea un ecléctico no quiere decir que apruebe todo tipo de entreverado musical sin ningún juicio crítico. Juicio, buen gusto y criterio que, en la música que de forma tan extendida, de la mano del jazz devino en llamarse de "fusión", tienen que aplicarse para determinar cuando estamos ante una experiencia sonora interesante o cuando por el contrario, ante un "gazapo", desliz creativo o un "arroz con mango" (simple mezcolanza).

John Cage: Construir con sonidos

John Cage fue un músico polémico, y no cabe duda que como músico fue un gran arquitecto; no por construir y modelar las ondas hertzianas y armonías instrumentales, sino por obras como el 4’33’’. (El título hace referencia a la duración cronometrada de la composición, que -normalmente- consiste en cuatro minutos y treinta y tres segundos de silencio.) Ante un auditorio expectante, con los oídos listos a escuchar su ejecución al piano, su obra consiste en cerrar el teclado durante 4 minutos y 33 segundos exactos, y al terminar destapar el teclado.
Su obra no es la ejecución, sino el hacer que la audiencia oiga, primero el silencio, luego un carro que pasa a lo lejos, después un insecto y poco después los murmullos de la misma audiencia, que se queda estupefacta ante tal concierto. Por primera vez el Maverick Concert Hall fue escuchado el 29 de agosto de 1952, día de la presentación de 4’33’’. Por primera vez las personas escuchan una sala de conciertos, un lugar en donde están reunidos con la única finalidad de escuchar; y sorprendentemente se escuchan a ellas mismas dentro de este concierto.
A propósito de Cage, Carmen Pardo Salgado explica (...) El silencio posee un valor cuantitativo: la figura que lo representa y que indica por cuanto tiempo se debe interrumpir la nota, así como un valor que podría llamarse intensivo y que depende del lugar que ocupa el silencio en la composición. El modo en que se escucha el silencio en esas construcciones viene determinado, generalmente, por la manera en que se atiende al sonido. (...)Aprender a escuchar, aprender a escuchar el silencio y el sonido van a provocar una autoalteración. Esta es como es sabido, la enseñanza que nos brinda el músico norteamericano John Cage quien de modo magistral enseñó a escuchar las formas del silencio. Unas formas que requieren destruir la grafía del lenguaje, de la memoria, para mostrar que silencio y sonido siempre están en continuidad. (...)
(...) El interés por el silencio hace mella en Cage con el conocimiento de la tradición musical de la India, que considera que el sonido siempre continúa. De ella tomaría el músico en los años cuarenta su inclinación por ese centro sin color que separa las emociones blancas, (lo heroico, lo erótico, lo alegre, lo maravilloso) y las negras (el miedo, la cólera, el disgusto y la preocupación). En el centro sin color, la tranquilidad que libera de los gustos y disgustos. En el centro se encuentra el silencio de Cage, ese nuevo oído que aprendió a acallar su voz para abrirse a todos los sonidos. (...)
"Lo prodigioso en esto es cuando la actividad llega a detenerse, lo que se ve inmediatamente es que el resto del mundo no se ha detenido. No hay lugar sin actividad... Así la única diferencia entre actividad e inactividad está en la mente". Montague 1982
Aprender a escuchar no implica descubrir nada nuevo, sino redescubrirnos a través del mundo en el que nos conducimos. La experiencia estética, ya lo dice Hillman, es simplemente la capacidad de sentir asombro por las maravillas del mundo, imaginándolas y re-imaginándolas en el corazón. Así, no es necesario enmarcar sólo una escena para saber que somos parte de un happening perpetuo, ni tampoco citar a veinte autores distintos para justificar que música y arquitectura suceden incontenibles e inevitables. Visto en: todoarquitectura.com
Escuchar, al igual que sentir, es simplemente dejarse seducir por lo obvio.
"No es culto en música aquel quien distingue todas las notas sino aquel quien sabe apreciarlas y darles su significado". Josep Oriol López Bosch

Improvisar, no es para improvisados

El Jazz y los Negocios se destacan por la Creatividad. Muchos líderes buscan en el jazz esa fuente con la que hay que nutrirse día a día para no volver a los viejos esquemas mentales del pasado.
Es bien sabido que en la "creatividad" está la ventaja competitiva que tomaremos frente a nuestros colegas o competidores, explica Elias Bajer, Director de los Seminarios Business & Swing.
Hoy lo miramos desde lo individual, desde usted y de mí. En el jazz, improvisar, innovar, crear, descubrir, son palabras corrientes; siempre estamos en ese espíritu porque el jazz tiene inmersa esta fuente inagotable de la que le resumo 10 características:
1. La diversión, la alegría, es el escenario fundamental. Con amargura, bronca, celos, odios, envidias es imposible que nos brote una "nueva" frase creativa. Divertirse trabajando no es dejar de ser responsable.
2. El momento del "solo" es la oportunidad para improvisar, no es antes ni después, es ese momento y está acotado.
3. Vivimos intensamente ese momento, hacemos una desconexión mental del pasado, de éxitos o fracasos anteriores, de historias, de recuerdos, de grandes tocatas, de excepcionales solos, aún de los problemas del día a día. Es en ese exclusivo momento donde hay que estar conectado y a full.
4. Generado el clima y la relación de confianza en el equipo, dejamos fluir la improvisación desde nuestro interior para descubrir nuevas frases musicales, espontáneas, impredecibles, irrepetibles.
5. Olvidamos al crítico interior que todos tenemos detrás de nuestra rigidez o mapas mentales y nos lanzamos seguros que "algo nuevo" va a aparecer.
6. Asumimos un compromiso creativo siempre renovable, desafiante frente a uno mismo, al equipo y a la audiencia.
7. Ingresamos confiadamente a zonas de alto riesgo, desde donde siempre obtenemos las grandes diferencias.
8. Si bien uno está "solo" para hacer el "solo" y ciertamente se expone, existe una alta conexión con los miembros del equipo quienes lo apuntalan con una tendencia proactiva y esta característica permite enfrentar situaciones inesperadas latentes en todo momento. ¿Qué músico no se equivoca?
9. Sabemos que en la improvisación cometemos errores, nos desenfocamos pero siempre aprovechamos esos momentos para crear algo nuevo, fraseos agradables, frescos, superiores a los estándar y éstos brotan en la flexibilidad de todo el equipo.
10. Improvisar es una metáfora también sobre la habilidad de resolver los problemas a medida que se presentan. En el jazz nos destacamos por ser creativos, ¿con que creatividad se destacará usted para liderar su vida? (Jorge Valls)
Conste que nunca en el Jazz, se deja de intentar "aquella idea", de tratarlo una vez más y persistir ...en mi caso admito que aun estoy en la parte de "¿Qué músico no se equivoca?".