miércoles, octubre 17, 2007

El Problema II

Cumbia Villera, Cumbia plancha.
Generos que, a partir de influencias externas, se desarrollan de adentro (ghetos, barrios marginales, asentamientos, villas miserias) hacia afuera, con los elementos con los que cuentan y poseen. En estas condiciones no hay -en su génesis- mayores conocimientos, ni instrumentos y en ocasiones cuando los hay, no se los domina. Pero tienen cosas que decir, sonidos, y el ritmo que lo une. Hay que buscar dentro de los límites donde son relegados, el recrear el mundo más allá de algunas calles. Así se van reuniendo y aportando a un lugar, esquina o "paradero", el ritmo de cumbia...como lo perciben sus oídos y, como les sale en su intención de hacerlo música.
Invariablemente, el ser humano es lo que sabe, lo que conoce. Y el barrio es el eje, condiciona, proteje.
Como se puede, como se sabe con lo que se tiene, suena el barrio, la villa, y habla como el barrio, con la cumbia.
Ya cuando las condiciones del grupo logrado, trasciende algunos límites, vienen los beneficios (porque como todo, para alguien siempre hay negocio) y con estos, la posibilidad de mejorar los instrumentos, algunos exóticos, "tremendas máquinas" e incluso aprender otros acordes. El caso es que, aun cuando acceden a un poco más de conocimientos, estudiando, incorporando a músicos más dotados, la cumbia, la cumbia villera no cambia su característico sonido, ni su razón de ser, ni su mensaje implícito...
El punto arquetípico, consideran que es porque quienes hacen esta música, piensan, sienten y viven el sonido de esa forma.
Y como decía, el barrio es el eje, condiciona y proteje. En el barrio son importantes, son estrellas, queridos, respetados. Fuera de él, están en aguas desconocidas. Tal vez por eso pareciera que, cuando salen, el barrio va con ellos.
En gran medida bajo la apariencia de protesta y reflejo social, muchas veces y a modo de transgreción, supone transformarse en un acto de arrogancia, buscando someter a "la otra parte".
Claro, normalmente asumimos que, los responsables, son los demás y nunca nosotros.
No nos debemos olvidar que, en su momento, el Tango - como el Jazz y otros generos de extracción popular - si acaso alguno finalmente no lo es, fue un genero marginal, mal avenido, considerado "reflejo de la sociedad en que vivimos", decadente y poco menos que excecrable.
Si una diferencia podemos anotar y, muy importante, es que el Jazz, el Tango y en menor medida otros generos, fueron educándose, aprendiendo y creciendo como generos, en la medida que incorporaban profesionales, de gran capacidad y calidad, músicos, poetas y escritores creativos integrándose a la sociedad toda para representarla y no para establecer alguna diferencia de tipo social o clasista que se mantenga en la actualidad.
Así las cosas, la historia bien podría tender a repetirse ...esperemos que sí y,
mientras tanto, pensemos que solo los cambios generan progreso y éstos, son un asunto de todos.
"Todo tiempo pasado fue mejor". Soy un convencido de que esto no es así. "Todo tiempo pasado fue distinto".
Habiendo vivido y participado en por lo menos dos "últimas épocas" creo que uno de los dramas es que se ha perdido la exigencia artistico-musical.
La creación artística, en este caso la sonora, se convierte en un hecho comunicador en un lenjuage, que puede ser un mecanismo liberador de sentimientos y emociones pero también puede ser un mecanismo constructor de conocimiento ya que por parte del público puede haber múltiples lecturas y experiencias que las podemos clasificar dentro del campo del conocimiento.
La construcción de conocimiento, no parte solamente de hechos científicamente concretos, el conocimiento no se reduce solamente al aprendizaje de teorías y formulas matemáticas.
Generamos construcción de conocimiento cuando entablamos múltiples relaciones con el entorno ya sea relaciones de juego, observación, socialización.
Formando, contruyendo. Un proceso que debió haber comenzado porque, es al
que luego va a procrear, al que dará continuidad al barrio y sus expresiones, al que hay que integrar e incorporar con elementos y herramientas.
Con formación, con divulgación, difusión y, dotado de la actitud necesaria para luego discernir. Será esa misma persona la que, al conocer, al tener los elementos, al poder evaluar y decidir por sí mismo, provocará que las cosas decanten y, que caigan por su propio peso al hacerse cada vez más exigente.
Lo que también me queda claro es que no podremos comprender el contexto o al menos suponer -si acaso sacarnos algunas dudas- la mentalidad de un Yanomami, si nunca pisamos siquiera el Amazonas, de igual manera que será bastante difícil discernir algunos criterios y menos las razones fundamentales de la existencia de estos generos, por la simple razón de lo inevitable de convivir con estas músicas o escucharlas -casi en secreto- arrellanados en nuestro sillón favorito, en la comodidad de la casa.
Pero, dudo de que muchos señores tan solo por su "nombre" o título, cúmulo de conocimientos o información, tengan la "palabra santa". No por que lo diga "el señor fulano de tal" habrá de ser. Hay mucho señor por ahí, diciendo necedades!

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