El baterista Daniel "Pipi" Piazzolla con Escalandrum en un homenaje a su abuelo Astor. Excelente proposición musical en el marco de las "Sesiones de Otoño" con las que el Jazz Tour, dio continuidad a esta temporada 2010, en el estupendo escenario del Teatro Solis, el pasado 7 de Abril, en este caso. Daniel es nieto de Astor Piazzolla, su especialidad el jazz. Aunque maneja a la perfección todos los estilos. El repertorio elegido como el orden en que fue estupendamente interpretado, en parte llamó mi atención y, en parte, confirmó mi teoría respecto a la música de Piazzolla como, a la música que generalmente escuchamos y preferimos - en privado - disfrutar. Música que, normalmente, no es la que más se conoce ni la más difundida en la mayoría de los casos. Como acertadamente comentó un lector del blog "Jazz y otras yerbas" - el cual edito - en una nota de parecido contenido. Ahí Aretino dijo: "Es algo asi como apoyar en público lo que disfrutamos en privado, como una vez lo planteo Rubén Blades".
"Pipi" Piazzolla. Es un músico criterioso y creativo, un buen tipo además, humilde, profesional y a mi entender uno de los mejores bateristas de estas latitudes, que utiliza todas las posibilidades polirrítmicas de su instrumento sin asperezas o excesos. Sabe guiar a sus compañeros y ser uno más. Equipo, sumatoria en favor del resultado, donde la música no es una competencia ni una carrera de ver quien hace cosas más rápidas y/o difíciles, por eso, hace la diferencia. Se concentra y entra en su mundo cuando toca, busca el espacio y juega con los tiempos.
Escalandrum. Escalandrum nace en marzo de 1999 por la inquietud de Daniel “Pipi” Piazzolla de formar un grupo capaz de aportarle al jazz contemporáneo el color de la música de esta parte del mundo.
Damián Fogiel (Saxo), Gustavo Musso (Saxos), Mariano Sívori (Contrabajo), Martín Pantyrer (Saxo y Clarinete bajo), Nicolás Guerschberg (Piano) y Daniel Piazzolla (Batería) todos, estuvieron cómodos, distendidos y, a la altura de las exigencias.
Escalandrum según Escalandrum: “La música está escrita, pero también hay espacio para la Improvisación, para la expresión del momento. Escalandrum se mueve, cambia. Por la atracción al cambio mismo, al proceso creativo y a las ganas de forzar cada vez más el limite, nuestros límites”.
Sin titubeos. Del 1 al 10, mi puntaje es de: 11 puntos. (JR)
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