Viéndola en las fotos, parece verse más bien menuda, delicada. Y sin duda que lo es pero, cuando canta ...su voz es un como un torrente que empuja, sube, baja, va y viene. Cantando, dicen que cierra los ojos con el placer de quien esta imaginando historias, siempre sonriente.
Todas esas historias están, puedo asegurar, en su música. Su música, me llegó finalmente, contenida en sus dos más recientes producciones: SongBook I (Beliefs) y SongBook II (Prayer) ambos con Fernando Tarrés y La Raza. Por cierto, enviados desde Nueva York por la propia Lucía, acompañados los CD por una bonita tarjeta-postal de la Pulido, con su saludo de puño y letra. Gracias Lucía...
Esto habla claramente además, no solo de la sencillez de la artista y la persona, sino del interés y la preocupación por que su trabajo llegue a destino, o sea, a la gente al ser difundido y compartido.
A propósito de SongBook Project, leemos en la web de Lucía Pulido: "Concebido por Lucía Pulido y el guitarrista y compositor argentino Fernando Tarrés, SongBook está atravesado por un hilo conductor que hilvana con magistral naturalidad la música de las costas colombianas y el cancionero del árido norte argentino con la espontaneidad improvisatoria del jazz y el gesto de la música Occidental "Culta" del siglo XX. De la esencia de las tradiciones clásica y popular nacen tantos géneros como proporciones posibles en la mezcla entre ambas. Como en las confluencias del río y el mar, es imposible saber con exactitud cuándo el agua deja de ser de uno para empezar a ser del otro. El sofisticado ropaje con el que este grupo de instrumentistas viste la voz potente y visceral de Lucía Pulido ensalza los atributos de cada canción, encontrando total comunión en el aspecto rítmico, potenciando el uso del color y el timbre".
Músicos: Lucía Pulido (Voz), Rodrigo Domínguez (Saxos, clarinete), Juan Pablo Arredondo (Guitarra eléctrica), Jerónimo Carmona (Contrabajo), Carto Brandán (Batería, cajón) y Fernando Tarrés (Guitarra española, piano preparado, arreglos, dirección musical).
Músicos invitados: Juan Cruz de Urquiza (Trompeta), Luis Nacht (Saxos, Flauta), Albergo Garantón (Clarinete bajo), Paula Shocron (Piano), Jorge Sepúlveda (Cajón, Percusión) y Urián Sarmiento (Percusión).
Se nos confirma el concepto, de que el jazz como música que rompe barreras, hace un buen tiempo ya que ha traspasado las cercas de su fuente de creación para mezclarse o dar germen a nuevas tendencias o corrientes musicales en los diferentes países de nuestras Américas y, nutriéndose para esto en las músicas populares regionales, crea nuevas formas musicales.
Lucía, en una entrevista con Diego Fischerman en el 2005 apuntaba: "... “Nunca he sido cantante de jazz”. (...) “hay un espacio común con los músicos con los que trabajo, tanto en Nueva York como aquí”. (...) “A mí me interesa que cada canción sea un aprendizaje. Que contenga una búsqueda para encontrarle la sonoridad necesaria” (...) . “Tocar con músicos de jazz posibilita que algo se ramifique, que pueda explotar en cualquier dirección, que un tema sea una materia viva y transformable. Es decir, esa materia se puede amasar de muy diferentes formas pero siempre sigue siendo la misma materia.”.
Lo heterogéneo del repertorio, lo ecléctico del concepto como la pasión con el cual es abordado por sus músicos, los colores, olores y paisajes preparan y encuentran creo, un perfecto y encantado sendero en la voz de Lucía, creando, con la emotividad que transmiten, un ambiente sonoro sin grietas, con recursos tímbricos, rítmicos e improvisaciones notables.
Lucía canta: "...Oye el fuego que llevo en mi voz, escucha mi pena, si el mundo es de hielo, yo soy una hogera. Si el mundo es de hielo, mi corazón una hogera"...
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