Quienes tuvimos el gusto y el placer el pasado 6 de septiembre, de participar de este singular concierto y disfrutar nuevamente, de
Yaron Herman, uno de los artistas más jóvenes como carismáticos y creativos que, de un tiempo a esta parte, están marcando las tendencias musicales de los públicos norteamericanos y europeos, no pudimos menos que maravillarnos primero, de la superación, la madurez expresiva y el equilibrio técnico - evolución - que ha mostrado en estos dos años pasados desde la última vez que estuvo entre nosotros y, cuando conocimos de su arte. Segundo, de la sensibilidad artística que manifiesta tanto en su interpretación, en la que utiliza todo su cuerpo como énfasis, apoyo, y complemento del discurso musical que supone tanto la escogencia del repertorio, como muy especialmente los arreglos y la brillante ejecución llena de sutilezas y sugerencias, de color y calor para nada exento de fuerza rítmica y pasión, donde recorre desde estándares del jazz tradicional y contemporáneo hasta aires populares de su patria de origen. Un pianista cálido como intenso, de personal estilo y un dominio claro de los argumentos musicales esenciales, de los silencios, de los cambios de velocidad y las pausas, logrando ambientes y atmósferas de perfecta asociación.
Nuevamente la
Sala Zitarrosa y el
Jazz Tour fueron los anfitriones de una magnífica velada, en un marco de variedad y diversidad que hay que reconocer y apoyar por lo oportuno y necesario.
Del 1 al 10, sin vacilar un 15!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario