domingo, febrero 02, 2014

Música y salud

La buena música despierta la misma parte del cerebro provocada por una deliciosa comida o una noche de pasión. Análisis encontraron que las zonas de placer del cerebro se activan después de escuchar una buena canción. Y entre más se disfrute escuchar esa canción, más fuerte será la conexión, la cual está operada por la dopamina química que promueve el deseo.
El estudio realizado por científicos de la Universidad McGill, Montreal, señala la actividad específica del cerebro que controla la decisión de comprar música.
Los participantes escucharon 60 fragmentos musicales mientras se sometieron a pruebas de fMRI (imágenes por resonancia magnética funcional) y eligieron la cantidad de dinero que gastarían para cada artículo en una subasta.
La Dra. Valorie Salimpoor dijo: "Cuando la gente escucha una canción que nunca han oído antes, la actividad en una región del cerebro puede predecir de forma fiable y consistente si les va a gustar o la van a comprar. Esto es el núcleo accumbens, que está implicado en la formación de expectativas que pueden ser gratificantes.
"Lo que hace que la música sea tan emocionalmente poderosa es la creación de expectativas. La actividad en el núcleo accumbens es un indicador de que las expectativas se cumplieron o se superaron. En este estudio se encontró que entre mayor sea la actividad que se vea en el cerebro por la música escuchada, más dinero se está dispuesto a gastar.
El núcleo accumbens también interactúa con la corteza auditiva, un área que almacena información acerca de los sonidos y la música que hemos estado expuestos. Conexiones similares también fueron vistas entre el núcleo accumbens y otras áreas del cerebro implicadas en la secuenciación de alto nivel, el reconocimiento de patrones complejos y la asignación de valor emocional y la recompensa a los estímulos.
En otras palabras, el cerebro asigna valor a la música a través del antiguo circuito de recompensa de la dopamina, que refuerza los comportamientos absolutamente necesarios para nuestra supervivencia - como el comer y el sexo.
El investigador Dr. Robert Zatorre dijo: "Esto es interesante porque la música se compone de una serie de sonidos que, cuando se consideran solo tienen valor inherente, pero cuando se disponen juntos a través de los patrones en el tiempo puede actuar como una recompensa.
"La actividad integrada en los circuitos cerebrales implicados en el reconocimiento de patrones, la predicción y la emoción nos permite experimentar la música como una recompensa estética o intelectual."
A cada persona le gusta diferente música, cada uno tiene su propia corteza auditiva de forma única, que se forma sobre la base de todos los sonidos y la música que se escucha a través de nuestras vidas.

Tomado de: contigosalud.com

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