lunes, mayo 27, 2013

Fernando Aceves: imágenes del Jazz

Una fotografía es un puente entre dos instantes —un antes y un después— desconocidos para quien la contempla. Lo que yace ante la mirada es una fracción eternizada. Si la imagen es elocuente, si en ella residen secretos y revelaciones, su mensaje trasciende la mera captura de un momento y se convierte en historia.
La música, igual que la fotografía, es un diálogo permanente entre el movimiento y el acierto, entre el hallazgo y la experiencia. Aceves, con acercamientos en los que se advierte la fuerza o la tersura del contacto, reconoce y celebra el estilo de cada artista; resaltan, entonces, entre otros, la sutileza del guitarrista Larry Carlton, la exquisitez del bajista Michael Manring y el ensimismamiento del guitarrista Mike Stern.
Las imágenes de este portafolio son también indicadores de la predilección de muchos compositores e intérpretes por dotaciones sonoras pequeñas. El fotógrafo refuerza esta visión con un acertado manejo de la penumbra —no hay en el jazz, además, espacio para espectaculares juegos de luces ni para los trucos pirotécnicos tan comunes en el rock de estadio— y con una reservada proximidad a la textura del instrumento y de la piel.
La atención que la cámara pone en el individuo es un tributo a la voz que aún incorporada a otras, persiste en su estilo particular y destella a pesar de la acumulación de timbres y notas. Este es uno de los rasgos exclusivos del jazz: es posible escuchar a tres o más individuos al mismo tiempo, reconociendo y admirándose ante el tejido que todos consiguen y distinguiendo, de manera simultánea, cada instrumento.
Las imágenes de Fernando Aceves han congelado el tiempo, pero su destello sonoro rebasa a esa fracción del instante. Un concierto de jazz es un encuentro que, para ser gozado, solicita nuestro más antiguo oído; ése que un día se encontró por primera vez con el viento, con el sonido quebrado de las hojas en otoño, con un poco de lluvia atrapada en un alto ramaje.
Las notas, en el jazz, tienen la fugacidad del relámpago. Desde el margen del escenario, Fernando Aceves documenta el encuentro entre el hacer y el percibir con sentidos que saben reconocer los sonido y silencios del movimiento.

Tomado de: Fernando Aceves / ideasysonidos.com

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