La Psicología y en general las ciencias sociales tomaron este concepto y lo aplicaron en los individuos y los grupos sociales y culturales. Por ello, si el estrés se puede considerar como una función en la Ingeniería, se puede aplicar lo mismo en los individuos.
En un sistema cartesiano se representan dos paralelas que llamaremos MM y mm. Es decir, un nivel máximo y un nivel mínimo. La curva irregular que representa al estrés, estará entre estas dos paralelas. Esta situación matemática es individual, pero se puede obtener generalizaciones y fórmulas; que tendrán un porcentaje de error.
Mediante test y otros mecanismos que utiliza la Psicología se puede obtener la curva de una persona, hombre o mujer. Y así poder saber los niveles de tensión que estos manejan. Ahora bien, se debe aclarar que los límites superior (MM) e inferior (mm), se pueden traspasar, pero aquí es donde se enciende la alarma. Por ejemplo, en una crisis o en situación tensa, o en los estados de relajación o que la estemos pasando bien. Estos picos no son necesariamente malos. Le pueden salvar la vida cuando uno evita que lo atropelle un automóvil, o se quita de encima, esquiva, el tiro de un objeto que lo va a lesionar, o cuando se presenta un examen. Nadie puede decir que no tiene cierto grado de estrés. Sólo en los muertos es cero.
De manera que este concepto no es ni malo ni bueno. Lo malo es estar todo el tiempo sobre el límite superior, porque entonces nos quebramos como la viga y por consiguiente nos enfermamos, ya sea psicológicamente como físicamente. Tampoco podemos estar todo el tiempo bajo el límite inferior. Lo ideal, es mantenernos un 90% entre las dos paralelas.
Fuente: José Manuel Campos Alfaro
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