Orlando Poleo
Cúrate
Cacao Records
2008
Cuenta Mayra Roy (productora de Radio Francia Internacional) en el librillo del CD: "En 1991, yo producía y conducía en París dos programas radiales dedicados a la música cubana, a la salsa y al jazz caribeño, cuando me dijeron que había llegado un joven tumbador oriundo de Caracas. ¿Qué conocía yo de la música venezolana aparte de la Dimensión Latina y de Oscar D'León? (...) Y como todos los salseros de la época, admiraba tanto las versiones creativas de temas clásicos por El Trabuco Venezolano como sus temas de latin jazz. Sin embargo, nunca me había dado cuenta de que el nombre de Orlando Poleo figuraba como conguero en algunas piezas. Y si bien me había fijado en el sonido tan urbano de Guaco, no conocía a Adrenalina Caribe ni los grupos que había fundado el maestro en su país. Así que en la primera oportunidad – creo que fue con la orquesta del pianista cubano ya fallecido, Alfredo Rodríguez – fui a escuchar a ese tumbador del cual todo el mundo decía que era genial. Y realmente lo encontré fuera de serie por su maestría de los ritmos del Caribe, su conocimiento de los tambores batá y sus solos en los cuales proyectaba un lenguaje musical propio. Quizás más que su virtuosismo, me impresionó su creatividad y lo melódico de su toque" (...)
Personalmente recuerdo a Orlando, inicialmente, por la gran impresión que me causó la propuesta vanguardista y el sonido que, fusión mediante, despuntaba como adelantado a su época, con el Grupo Experimental Autana. De aquella experiencia en la que Orlando hacía sus primeras armas y, a la vez, se definía como uno de los músicos de genio más creativo de su país, salieron al menos tres vertientes de formas y estilos musicales englobados en lo urbano y de jazz venezolano.
Orlando Poleo ha recorrido mucho camino desde entonces, siempre con su bonhomía y sencillez, la de su barrio y su familia en la calle Real de Sarria y Los Manguitos en su Caracas natal hasta el París actual. Siempre mostrando su calidad interpretativa, su genio creativo, aquella de la que habla Mayra Roy, esa que todos con quienes Orlando ha compartido escenario, clases, lecciones o estudio de grabación conocen. La que menciono y, siempre al lado de los más connotados, los que por su capacidad interpretativa se distinguen.
La salsa es el género preeminente en la producción de Poleo. Es aquí donde ha moldeado un sonido particular, propio que, se distingue por la impronta que desarrollan los instrumentos solistas y el "típico" timbre en los arreglos de la sección de vientos.
Cúrate. Cúrate es, al cuento, el más reciente trabajo editado por Orlando. Luce como el compendio, el resumen musicalmente hablando de la concepción artística del caraqueño. Es seguramente el más logrado, estilísticamente, de sus trabajos, el que nos asoma su madurez y su estatura interpretativa. En cuanto a estilo porque su forma de entender la salsa, la música afro-caribeña "universal", le permite tutearse con absoluta autoridad por momentos improvisatorios que nos recuerdan el mejor Latin Jazz, como notable es en la interpretación, la versatilidad sonora y el "afinque" que todos sus temas revelan y, que se comprende y justifica, dado lo ecléctico del soberbio staff que lo acompaña.
Es necesario señalar la importancia de la apuesta a "ganador" que hace Cacao Records, al decidir apoyar y respaldar a artistas venezolanos y latinoamericanos. Otra importante mención es para la presentación gráfica del CD, magnífica. Y, como no puedo "curarme" de mi hábito, recurro a señalar tres temas de los diez que ofrece este excelente trabajo. Abriendo el disco y con mucha energía, "Aquí están", diría que "Arriba mi montuno" tiene elementos que lo distinguen y, "Cúrate" dinamismo puro, ritmo y un estribillo bien pegadizo, como debe ser.
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