martes, julio 03, 2007

El punto de "no retorno"...?

Lo que ya no puede empeorar más, tiende siempre a mejorar, por muy difícil que parezca que eso ocurra. Y no hay que olvidar que, como decía Lezama Lima, "solo lo difícil es estimulante".
Leer a un crítico no significa compartir sus opiniones sino su inteligencia. Al suprimir su voz se suprime el diálogo y se prescinde de los estímulos de la discrepancia.
Isaac Rosa (de España) manifiesta: "mientras los ejecutivos de las empresas periodísticas, de comunicación, hablan en términos inequívocos de producto, mercado, objetivos, etc., nosotros, cándidos lectores (oyentes, televidentes), seguimos diciendo información, crítica, y seguimos diciendo independencia, y seguimos creyendo que las opiniones son completamente libres, o que los intereses privados son compatibles con los intereses colectivos, o que el tamaño de la cartera de un anunciante no influye en su tratamiento informativo. Seguimos inocentes. (?)".
La identificación, por lo regular no consciente, del ver con el saber y el entender es aprovechada por la televisión para manipular a la gente. En la dictadura funciona la censura; en la democracia, la manipulación. El blanco de esas agresiones siempre es el mismo hombre de la calle. Cuando los medios hablan de sí mismos reemplazan el problema de la sustancia por el de la forma, sustituyen la filosofía con la técnica. Extracto de Ryszard Kapuscinski, "El mundo reflejado en los medios", en Manuel Leguineche y Gervasio Sánchez (Ed), Los ojos de la guerra, pág. 321.
Pero la solución no es cerrarlos o ponerles una mordaza en la boca. La solución es que los sectores populares puedan construir medios auténticamente representativos por su propia mano; es decir, que construyan medios independientes: la independencia y la garantía de ser representativos son una cosa muy complicada cuando los medios están atados al Estado.

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