lunes, enero 10, 2011

Variaciones sobre la buena y la mala música

… “El gusto no es solidario con la calidad”.
Tradicionalmente y hasta el momento actual, casi todo el tiempo y los recursos empleados en la formación musical se han dedicado a dos aspectos de evidente importancia como son la creación musical, aspecto centrado en la figura del compositor y la interpretación, centrada en la figura del intérprete.
Se ha eludido, en cambio, la dedicación necesaria a un tercer aspecto de trascendencia última en cualquier manifestación artística nos estamos refiriendo a la apreciación de la obra, aspecto centrado en el oyente.
En mi constante “rascar” en la corteza de muchos temas velados, en búsqueda de respuestas, de los pros y los contra, en búsqueda de un norte al menos preciso, encontré, y parte de ellos comparto, estos comentarios que no tienen despilfarro.
Buena y mala música. “Afirmo esto porque hay una música que es hermosa y otra que, sencillamente, es horrorosa. Hay música de corte empírico y otra de mucho más formal. No estoy en contra del empirismo musical, de hecho, soy amante de las tradiciones y sus cultores son gente del pueblo. Tampoco estoy en contra de quienes deciden irse por el camino comercial. De lo que sí estoy en contra es de la mediocridad.
Cuando el universo sonoro es sencillo, va a la raíz de las cosas y generalmente tiene una poesía o magia particular que lo sostiene. No hay que ser complicado para hacer buena música lo que sí es cierto es que hay que tener algo que decir.
La intención creadora y la búsqueda de un sentido estético empuja al creador a escoger su propio medio. Cuando la música deja de ser un producto cultural vienen los cambios. En la inmediatez con la que vivimos, la música ha pasado de ser una búsqueda de creación a ser un producto de consumo. El concepto imperante es music is money.
Creo que el problema radica en que la música comercial se ha distanciado del arte y lo que importa es la venta de un producto. Hemos caído en esquemas reiterativos en donde impera el “copy-paste”.
Creo que hay que hacer un trabajo arduo de educación para que el publico general tenga otras oportunidades de discernir y no determinemos los gustos por lo que dictan las corrientes de la industria. Desde mi punto de vista para que una música sea buena tiene que tener alma y cuando esto sucede estamos enfrente a la alquimia de la musa y la vida”. Aquiles Báez / prodavinci.com
Criterios. “Intelectualizar o sofisticar la música no la hace buena. En las artes, los “criterios objetivos” y la simplificación pueden ayudar a diseccionar y tratar de entender el proceso de su creación, pero no pueden ser usados como parámetros para medir si la música es mala o buena”. Diego Baptista
Lo bueno y lo malo. “Está la idea de que hay una música compleja y otra que no lo es. También puede darse el caso de que algo complejo sea también malo. Pero en general la idea de que "sobre gustos no hay nada escrito" y de que "en el arte solo hay opiniones subjetivas", es una idea más bien auspiciada por aquellos que tienen muy poco que ofrecer.
A mi me parece que si uno se toma el trabajo, no digo de seguir un curso, de entrenar el cuerpo, el espíritu, la percepción, la razón y de conocer algunas cosas y después se da a la tarea de escuchar música, va a disfrutar, ciertamente, mucho más que aquel que golpea como en las películas norteamericanas la suela con el piso, en una reacción que es la menos musical de las reacciones que yo conozco. Esa es la reacción del tam tam...una reacción primaria, elemental. Pero si usted sigue adelante, ya no se le va a mover el pie o a lo mejor ya ni se le mueve el pie y va a verificar dentro de sí una colección enorme de operaciones mentales y espirituales que son las que diferencian la buena música de la mala.
La música tiene muchos matices, podemos estar en desacuerdo con escuelas que se ponen de moda y en algún punto, pero solo en algún punto puede haber diferencias entre lo que se considera bueno y malo. Pero de ahí a decir que todo es relativo y que la música depende únicamente del gusto del oyente hay una gran distancia y esto es una gran mentira que tienden a difundir aquellos que no siendo capaces de escribir música compleja reclaman para ellos el mismo prestigio que los que alcanzan las cumbres de la complejidad musical.
El gusto no es solidario con la calidad. Lo que puede ser subjetivo a veces es el gusto con una música u otra, pero no la calidad de esa música."
Alejandro Dolina
Resumiendo. Creo que el problema con valorar la música según la respuesta emocional que provoque, es que no todos reaccionan de la misma manera a la misma música.
La reacción y respuesta más común varía alrededor de: que todos tenemos gustos muy diferentes y porque a alguien no le guste algo no tiene porque catalogarlo como malo, lo que cada cual escuche es su problema. Además, acaso no todos tenemos los mismos derechos de decidir que quiere o que le gusta escuchar?
Sí, pero…
Lo que se discute, en realidad, es la existencia de "buena" o "mala" música, y no el derecho y la libertad de elección que tiene uno a la hora de escuchar. Eso, eso es otra cosa.
Lo que me queda muy claro también, además de la convicción de que hay mala y buena música, como hay malos y buenos libros etc., es la dificultad para definir esa tenue línea, el borde o, imprecisa frontera entre la una y…la otra. (JR)
Foto: Afiche "Bad music kills" / Musou Music Publishing

No hay comentarios.: