Carl Jung decía que transitamos entre lo femenino y lo masculino, no hay hombre que no tenga parte femenina ni viceversa, el equilibrio es lo importante. Pero estas preguntas llevan implícito un juicio de valor en detrimento de las mujeres.”
En siglos pasados el arte quedó a resguardo de los hombres como un símbolo de poder que a la vez dominaba la vulnerabilidad de las mujeres. Si ellas eran dueñas del misterio de la vida, agregó, ellos lo eran del misterio del arte.
Nadie pone en duda que la narrativa femenina es distinta de la masculina, uno se asombra de la capacidad para el detalle, para la recurrencia de ciertos temas, para la sensibilidad ante cosas nimias.
Las mujeres perciben el mundo y la realidad de manera diferente a como lo perciben los hombres; el mundo, siendo el mismo, provoca muchas formas diferentes de actuar ante todos sus estímulos, y una forma humana de responder ante el mundo es la femenina; no es lo mismo la masculinidad que la feminidad, al escribir una novela, al componer una música incidental, al realizar otras muchas cosas.
Final. El final de una melodía puede ser masculino o femenino según acabe con una o más notas. El final es masculino si coincide con el acento y femenino si se produce después del acento.
No existe una forma "femenina" de componer o de interpretar. Esta afirmación acarrea la amenaza a las teorías o definiciones denominadas patriarcales de la feminidad, porque es la mente y no el cuerpo lo que se exhibe. Recordemos que la ideología patriarcal asocia lo "masculino" con la mente, la cultura y la razón; y lo "femenino" con el cuerpo, las emociones y la naturaleza. De ahí que el hombre es situado en la esfera pública y la mujer en la privada.
En cualquier caso llegamos a la conclusión siguiente: la posibilidad de diferencia entre sexos en sí misma no marcará en ningún caso el desarrollo del Arte. Así que domina la visión del individuo como artista sobre cualquier otra premisa.
Más allá de los géneros. Como seres humanos sabemos desde hace mucho, que en cada uno reside un aspecto femenino y masculino. Y tiendo a pensar que eso no es algo estático, al estilo de tanto por ciento masculino y tanto femenino, como se plantea en algunos test psicológicos, sino dinámico como la vida. Estas energías residen y se expresan en cada uno de nosotros y ambas son vitales.
Referencias:
Paula Coronas Valle / filomusica.com
La música con faldas: compositoras de todos los tiempos/ Ana Lara
5 comentarios:
Vaya que curioso, la verdad, no había considerado este punto. Gracias, por publicarlo
Jorge, tu como siempre, buscando que sucedan cosas, "provocando" la reflexión, la curiosidad...
se agradece el aporte, sigue asi que seras grande, muy hermoso en verdad agregado a favoritos
Muy interesante; nunca había reflexionado sobre esto, a pesar de ser pianista y también escribir música.
Me dejaste pensando..
Gracias
Bárbara
Hola, te puedo hacer una consulta, donde aparece, o fue un descubrimiento o estadística eso de los finales de melodía distintos entre hombre y mujer???, me serviría mucho tu respuesta... Trabajo en una investigación saludos!
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