Con Piano solo, su destacada técnica, su estilo versátil y afilado ingenio han convertido a este italiano en el pianista más popular de su país, con un prestigio que crece de día en día. Las actuaciones de Bollani, señalaban los recortes periodísticos, nunca son iguales y se destacan por las dotes de genialidad y fino humor del pianista, la improvisación libre se cruza con el dos por cuatro, con standards, samba, bossa nova, xotis, con composiciones propias, cantando o, con monólogos políglotas, con el absurdo como recurso que, si la platea no se moviera de sus butacas cuando está al piano, tocando con sus manos, con los codos, taconeando, zapateando el escenario y hasta con la toalla (blanca) que la producción le facilita para su comodidad, el público quedaría atrapado en su dialéctica ingeniosa y su histriónica personalidad.Desdoblándose en su naturaleza, logra la complicidad absoluta de la audiencia, como en los bises cuando hizo una demostración de excelencia pocas veces vista, solicitando a la platea temas, canciones para complacerlos. Fueron once las pedidas y...la magia se hizo presente en las manos de Bollani...misturando y envolviendo partes, pedacitos de cada tema con soberbia maestría y musicalidad para convertirlas en una sola interpretación que, no mostró ninguna fisura, duda o pausa. Música, profesionalismo, calidad, simpatía, arte. Stefano Bollani, presentado por el Instituto Italiano de Cultura y Jazz Tour, en el Teatro Solís, el pasado 13 de Diciembre.
Del 1 al 10, mi puntaje es 12.
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