Valía la pena la oferta, no siempre se tiene la oportunidad de presenciar -insisto- estás performances artísticas que, además de regodear los oídos, gratifican el espíritu.
Hombre de pocas palabras pero, de mucho sentido rítmico y musical, Juan Manuel Cañizares dejó fluir, en forma permanente, la sencillez, la pureza del sonido y el mensaje narrativo capaz de emocionar que logra transmitir con su instrumento, vale decir también, acompañado por un soberbio "segunda guitarra" y un parco, pero solvente percusionista. Cañizares, además de llevarnos a paisajes lejanos pero reconocibles, tuvo la habilidad con su arte, con su instrumento y apoyándose en sus compañeros, de redondear climas y ambientes que la audiencia que plenaba totalmente la Zitarrosa, agradeció y aplaudió con mucho entusiasmo. Juan Manuel Cañizares, guitarra; Juan Carlos
Gómez, segunda guitarra y Rafa Villalba, percusión.
Hombre de pocas palabras pero, de mucho sentido rítmico y musical, Juan Manuel Cañizares dejó fluir, en forma permanente, la sencillez, la pureza del sonido y el mensaje narrativo capaz de emocionar que logra transmitir con su instrumento, vale decir también, acompañado por un soberbio "segunda guitarra" y un parco, pero solvente percusionista. Cañizares, además de llevarnos a paisajes lejanos pero reconocibles, tuvo la habilidad con su arte, con su instrumento y apoyándose en sus compañeros, de redondear climas y ambientes que la audiencia que plenaba totalmente la Zitarrosa, agradeció y aplaudió con mucho entusiasmo. Juan Manuel Cañizares, guitarra; Juan Carlos
Gómez, segunda guitarra y Rafa Villalba, percusión.
El Jazz Tour, esta vez en la sala de la Plaza Fabini, sigue apostando a la diversidad y la variedad, sin subestimar al público y donde un buen espectáculo es un buen artista y, un buen artista, hace al buen espectáculo.
Del 1 al 10, esto fue un 10...!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario