Howard Wiley lanzó su segundo CD de estudio, titulado, "El Proyecto Angola". Este proyecto fue elaborado, inspirado en los espirituales Afro americanos y vocalizaciones procedentes de las grabaciones de música Gospel y los cantos de esclavos en la prisión de Angola en los años 1950. Howard se basa en la interpretación de la convocatoria entre los líderes de "congregaciones” y los fieles (preguntas y respuestas), para la creación de una exploración musical única.
El acercamiento a nuevas propuestas nace de esta globalidad, que adquiere su localismo o proyección planetaria, en una actitud de apertura permanente a aquello que resuena y trasciende. La música es un ejemplo audible, junto con el lenguaje, de solidaridad colectiva y de ascendencia común.
viernes, noviembre 09, 2007
Howard Wiley: Jazz ethnico y espiritual
Howard Wiley lanzó su segundo CD de estudio, titulado, "El Proyecto Angola". Este proyecto fue elaborado, inspirado en los espirituales Afro americanos y vocalizaciones procedentes de las grabaciones de música Gospel y los cantos de esclavos en la prisión de Angola en los años 1950. Howard se basa en la interpretación de la convocatoria entre los líderes de "congregaciones” y los fieles (preguntas y respuestas), para la creación de una exploración musical única.
La Trascendencia Intrascendente.
Ricardo Nolé, enfocando siempre bien
Quienes tenemos el gusto de conocer a Ricardo Nolé de contar con su amistad, de compartir horas de trabajo, cafés y las nunca terminadas charlas sobre aspectos de la música, de formas y estilos, de conceptos, mentalidad y actitud de nuestros pueblos, sabemos del rigor con que toma su profesión. De su preocupación como de su satisfacción de poder dedicar buena parte de su vida a lo que es su vida…la música y …el piano.
El Jazz y las nuevas tendencias
Hecho en Uruguay, se emite desde República Dominicana, por 96.1 Quisqueya FM, y, al mundo a través de Internet (http://www.compasillo.com/).
Aquí verás, a parte de los artistas que incluimos
Alejandro Luzardo (Uruguay) radicado en Barcelona, España.
En vivo con La Candombera.
Alejandro es quien interpreta la versión musical que identifica al programa.
Para Uds., esta invitación en primera fila:
Dave Brubeck Quartet (1961)
Brubeck, piano; Paul Desmond, saxo; Joe Morello, batería; Eugene Wright, contrabajo.
Take Five (Toma Cinco)
miércoles, octubre 17, 2007
Jazzdanzoneteando con Aymes y Reyes
Contenido:
Jaime Reyes, Piano y Arreglos
De las últimas visitas
NuBox. Cuando el Jazz Tour planteó dentro de su calendario anual, la presencia de este grupo oriundo de Alemania – que resurge y retoma con nuevos aires sus proyectos – sin duda, lo hacía para complementar y ampliar el espectro de los estilos (Floor-Dance-Jazz, Acid Jazz, Nu Jazz), dando espacio a fórmulas existentes y exitosas en otras latitudes pero, muy poco conocidas en nuestro país y, por poco conocidas, debe entenderse eso y, además, poco escuchadas, poco “masticadas”.
Más allá de la posible novedad, prevaleció para el público en general un cierto escepticismo respecto a lo que estos músicos y experimentadores de sonidos propondrían (obviamente, con la correspondiente diatriba de nuestros “expertos”, puristas y ortodoxos) lo que se reflejó en menos asistencia de la esperada. El ambiente adoptado, tipo Boliche o Discoteca, pareció a los efectos el más apropiado aunque a mi juicio, confundió más a la audiencia neófita. Realmente diferente, creativo y distinto como efectista el cuarteto, estuvo yendo del Cool a lo “cold” cuando no, y, por momentos, repetitivos y predecibles. Mucho volumen, innecesario creo, no aportaba al trabajo de la banda que entraba en calor más por las luces y el trabajo, que por el ambiente. Estuvieron discretos, cumpliendo con el compromiso, lo que dificultó el aquilatar, por el público, la real trascendencia de la presencia entre nosotros de esta propuesta. Reiner Winterschladen (trompeta) mostró poco, no se exigió, Alois Franz Kott (bajo) muy interesante su accionar, el de más argumentos, Peter Ernst Eisold (batería) inspirado, el creador y provocador de climas, y el DJ ill Vibe (Vincent Graf Schlippenbach) salvo algunos “chispazos” de ingenio, a falta de otros conocimientos de su arte – por mi parte – no transmitió mucho más. Sobre el final del show, subió a escena una joven (cuyo nombre, desconozco) que, para mi gusto, le dio un particular y sugestivo toque de color al espectáculo con su canto.
Del 1 al 10, un 6 pero, bien vale la experiencia.
Particularmente, la pieza dedicada a Steve Lacy (el notable saxo soprano) fue un compendio de estos atributos que menciono, ¡maravilloso! Precedido de
importantes reconocimientos internacionales, el vanguardista trompetista Dave Douglas efectivamente no se encasilla en estilos, ni en axiomas o etiquetas dentro del género, suena libre, generoso y dúctil, inteligente pues, se rodea de compañeros ideales para organizar sobre la escena, la escenografía perfecta a sus creaciones. Cada instrumentista es parte del resultado. Incluso Douglas, no trata de sobresalir o descollar sino que sutilmente empuja, permite, y logra que sus compañeros entreguen lo mejor, siempre en pro del resultado total. El “equipo” de Douglas, como decía más arriba, lució solvente e, hizo lucir a Dave y su música. Uri Caine en el Fender Rhodes, siempre correcto e inspirado; Eric Revis, al contrabajo, preciso al mantener el pulso e ingenioso en el diálogo; Clarence Penn, batería, creativo y ocurrente, fue siempre el suplemento idóneo, el eje; Donny McCaslin, saxofón, el partenaire, cómplice y apoyo de las ideas de Douglas, quien convenció con sus propuestas y dejó bien claro que, todo lo que de él se dice, es absolutamente justificado.
Del 1 al 10, un 12…
El Jazz, y la magia de la música en vivo, se hizo presente en el Solís.
Pero. El pero, merece comentario aparte. Y el “pero” no es para el artista, ni el espectáculo, ni el Jazz Tour. Es para la insoslayable realidad de la chatura en la que estamos cayendo. Hubo suficiente promoción del espectáculo e información clara. Pero, hubo muy poco público. Pero, persisten en mantener
la vigencia del desinterés por el género en los medios, en las radios.
Pero, las emisoras no programan el género, ni siquiera el realizado por los nuestros. Pero, se insiste en calificar de elitista y música para unos pocos, al Jazz. Pero, dicen que si no conocen o no saben, no lo van a entender.
Pero, una gran parte del público que plena distintos espectáculos, exposiciones o teatros, no sabe a ciencia cierta que va a presenciar.
Pero, muchos salen gratificados luego, por la nueva experiencia vivida y seguro vuelven. Pero, los que estábamos presentes, comprobamos – una vez más – que no hay que entender o saber, que basta con oír y sentir. Pero, ignorar o negar esto, es como suponer que, para disfrutar de una buena comida, hay que saber cocinar …por favor!
Unos peros más. Pero, el asunto o problema, no es (o, no debiera ser) la procedencia de estos músicos. Pero, no es la falta de información, sino la mala información lo que confunde.
Pero, más allá de la eventual frustración del artista que nos visite – por la escasa convocatoria – lo triste es que somos nosotros (la gente en general) los que finalmente, nos perdemos el conocer y disfrutar de su arte. Pero, también nuestros músicos, pierden la oportunidad de confrontar ideas, de tener referencias, de ampliar sus horizontes creativos y mentales.
Pero, aun con todo lo expresado, lo peor, es caer en el “horror”, ya no error, de encerrarnos en el aldeanismo de nuestras propias fronteras.
Claro…matemáticamente, tenemos chance! …tenemos?
La mirada de Amy London
El Problema II
Habiendo vivido y participado en por lo menos dos "últimas épocas" creo que uno de los dramas es que se ha perdido la exigencia artistico-musical.
Suena el barrio...
Alguien dijo: (...) "Pero no dejo de reconocer que en esa música hay un transunto creativo. (...)".
Nao foda, voçe acha?
Pibes Chorros / Argentina (Pamela)
...Con la cumbia
Y tambien dijo: (...) "no tendrán academia, pero tienen dos orejas con una intuición del coño"(...)
Olha so! minha sinhora...
El Empuje / Argentina (La Mema)
El futuro, ahora...
El ambiente, el entorno tiene mucho que ver en la formación de las personas.
Max Segen, este niño, de apenas 2 añitos, en la falda de su padre y en la compañía de amigos, muestra una capacidad, un oído rítmico excepcional. En determinado momento se le cae una de las baquetas y, es fantástico apreciar la actitud musical que tiene, al esperar llegar a el tiempo exacto para entrar.
Un gran músico de solo 7 años
Jacob Armen, es un joven prodigio, domina a los siete años su instrumento y, bien guiado y permitiéndole desarrollar su gusto e intuición, demuestra una concepción musical innata y extraordinaria. A su edad, interactúa sin problemas con una gran orquesta.
viernes, septiembre 14, 2007
Hamilton de Holanda, íntimo.
Globalización vs conexión.
John Vance en su Villa musical
Dreamsville
Podríamos decir que, hay dos tipos de cantantes de Jazz. Unos, utilizan su canto como un instrumentistas usando, además, la melodía y las líricas como puntos de enlace para, a partir de ellas, crear improvisaciones abstractas.
El problema: Merengue de calle, Cumbia villera, Cumbiancha y Pagode.
Los ingredientes, derivaciones y consecuencias son los mismos y no por casualidad.
Tratándo de darle forma de nota o artículo, a algunas ideas que, las realidades musicales - muy, muy populares - de los últimos tiempos me han generado al tratar de analizarlas, más allá de comprenderlas o no, a raíz de muchas coincidencias y paralelos con otras expresiones que, entre ellas conviven y comparten por contemporaneidad que no por vecindad, me llega y leo la bien interesante columna que, el colega, hombre de la música y la radio, el amigo Alexis Méndez de "Música Maestro", publica en el diario "Hoy" de República Dominicana y en su Blog homónimo.
Se titula: "El problema", y comienza diciendo: "El problema no está en el merengue de calle. El es resultado del problema. El problema no es la abundancia de "basura musical", sino la carencia de buenas propuestas.
No debemos ser absolutistas. No cambiaremos nada sacando el reggaetón y el rap de los medios de comunicación. Estos también son parte del resultado, (...) El problema es que ellos no tienen escuelas de música a su disposición. El problema es que se refugian en "puntos". El problema es que para ellos, el que vende drogas es más "vacano" que los integrantes de la Orquesta Sinfónica Nacional…dicen que esos músicos no están "alante, alante".
Sonriendo, me acordé del "atajaperros" (gran escándalo) que en una ocasión me formó una señora, que vendía en la calle, sobre una tabla algunos CD's de música que habían salido a la calle un tiempo atrás acompañando la edición de un periódico "progresista" local. Los CD's en cuestión, de tirada económica, contenían compilados de grupos y músicas variadas. Al pasar y ver el título de uno de ellos me detuve y lo tome en mis manos para ver el detalle. Inmediatamente al comprobar que el título en nada justificaba el contenido lo dejé sobre la mesa cuando, en eso, la señora me dice: "Hay otros de cumbia villera, bailanta, tropical, todo bien 'plancha', baratos. ¿Hay alguno que le guste? ...es poca plata".
Gracias, le dije, aun baratos salen caros y, proseguí: Si yo tuviera ahora mismo mucho dinero, o el suficiente señora, compraría toda la producción de estos discos. En parte para que los grupos obtuvieran su "beneficio" y que no dijeran que se atenta contra su trabajo o su forma de ganarse la vida. Igualmente cubrir los costos de lo conexo. A esta altura, la señora ya me miraba con cara de pocos amigos y había, varios curiosos alrededor. No me detuve ahí: entonces con todos esos discos, una cantidad bien grande estoy seguro, haría una enorme fogata, una monumental fogata con ellos.
La señora me despidió con una una retahilla de "procaces" ademanes y adjetivos como bien han de imaginarse.
Sí, esta señora no podía comprenderme y menos conocer mis razones para derivar en "Nerón de los CD's" con mi destemplada reacción. Lo de ella era obtener algunos pesos para su sustento.
El público cautivo y natural de estos productos, hace normalmente un gran esfuerzo, muchos sacrificios para comprarlos y, poco es lo que finalmente estos discos le van a dejar, como no sea un rato de bailable narcósis, y con sus mensajes, justificar y excusar esta existencia en la que, sin que se den cuenta, son sutilmente atados y mantenidos. Porque la oferta es amplia y contínua. Es, un negocio brillante.
Sin dudas Alexis - en este párrafo inicial - lleva mucha razón.
En lo estrictamente musical, nada aportan y mucho deforman. Estas manifestaciones son el reflejo y nada se obtiene con pretender "callarlos".
Pero, hay otro factor insoslayable y perverso además de lo argumentado por Alexis. Es el de los pingües beneficios que esta industria le produce a unos cuantos personajes. Se mueven millones detrás de toda esta "realidad" que, en tanto industria próspera, invertirá en mantener su clientela.
Porque hacen falta más que buenas intenciones, buenas propuestas y que a quienes les compete dentro del estado se ocupen de sus funciones, que cuenten con proyectos, que destinen recursos. Hace falta compromiso! Y eso nos atañe a todos.
Prosigue Alexis en su columna: "(...) Hace falta dejar a un lado la aburrida e insípida materia "Educación Musical", donde te repiten, desde el 5to curso, hasta finalizar el bachillerato, que "música es el arte de combinar el sonido y el tiempo". Podría ser más factible implementar programas de apreciación musical que involucren a la población escolar, en especial a los niños entre 6 y 12 años y crear cursos alternativos para los que tengan aptitudes musicales. También hace falta integrar, desde la primaria, alguna materia que trate acerca de la "Ética". Eso no tiene que ver directamente con la música, pero hace falta".
En nuestros países aun se mantiene ese desfase, donde en lugar de buscar motivar al joven, acicatear su natural curiosidad, alimentar el espíritu de búsqueda, de aventura y darle razones, simplemente se los deja expuestos sin elementos, frente a arcaicos procesos que - cuando éstos son más vulnerables - terminan por empujarlo a caer y, en su mayoría a ser, masa moldeable e influenciable de estas industrias que están a su alrededor.
Pero no debemos perder la perspectiva. Tanto, el estado como los institutos, escuelas, ministerios o universidades están conformados y formados por gente, por personas.
Lo expresado por Alexis me hace reflexionar. Recuerdo, de mis experiencias por tantos caminos de cambiantes paisajes, por haberlo vivido personalmente, no solo en mi "primera" juventud pues, en la casa de mis padres, de parientes, familia y amigos o en los lugares que solía frecuentar - siendo que siempre hemos estado expuestos y ha habido de todo tipo de músicas - ya sea en radio, discos, cine y hasta en la TV, la música que nos rodeaba y oíamos, con sus cambiantes estilos generacionales y modas, era normalmente considerada, al menos "bien hecha". En general, esto lo pude comprobar reiterado, en el testimonio de aquellos con los que he compartido a lo largo de la vida. Hoy, de manera natural, así mismo ha sido generándose y desarrollándose la mía.
Definitivamente, hay buena música y mala música. Como también hay malos y buenos libros. Sin intentar profundizar o filosofar al respecto, pienso que, de la misma manera que quien me lee, puede discernir lo que es bueno de lo que es malo, a través de lo que le dice su experiencia (formación, educación, memoria heredada) y hasta su corazón, así mismo puede evaluar y concluir respecto a la música. Convengo sí, en que lo difícil de reconocer, de evaluar es, esa delgada línea que separa la una de la otra.
Normalmente muchos confunden las cosas e, inmediatamente replican: "Yo tengo todo el derecho a escuchar lo que quiera o lo que me guste". Lo cual, es totalmente justo, correcto y verdadero. Pero, eso es absolutamente distinto y otra historia.
Complementa Alexis: "(...) De haberlo hecho antes, la imagen del "dominicanyork" no estaría tatuada en todos los rincones de la sociedad: En la música, en la manera de hablar, de vestir…en la televisión, la radio, la política. Cuando me refiero a dominicanyork, no lo hago pensando en la digna comunidad que se desarrolla día a día en la gran urbe, sino a los que viven distorsionando valores… los llamados "jodedores".
Nos explica criteriosamente Alejandro Llano Cifuentes: "Es imprescindible que tomemos a los jóvenes en serio. Como decía el maestro Corts Grau, a la juventud hoy se le adula, imita, seduce, tolera... pero no se le exige, no se le ayuda de verdad, no se le responsabiliza... porque, en el fondo, no se le ama. Y esto es, en definitiva, lo que los jóvenes sospechan y, aunque no se atrevan a declararlo, proceden en consecuencia".
Personalmente, en mi vida sigo siendo un eterno aprendiz.
Con algunos años menos, tenía la creencia, la esperanza de que iba a contribuir a cambiar las cosas. Ahora, en estos tiempos, eso no tiene sucedáneo. Hay una gran decadencia, hay escasés especialmente de valores y voluntad. Se le rinde pleitesía a lo mediatico y lo inmediato, a lo fácil traducido en una, apología de la estupidéz o exaltación de lo vanal.
Según Ratzinger (en palabras de A. L. Cifuentes), "la realidad hace superflua la apariencia. Y esto adquiere crucial importancia en una sociedad poblada de simulacros, como es la "sociedad del espectáculo" en que vivimos, donde lo que se valora es el brillo, la prestada claridad, el reflejo de luces artificiales en la superficie de objetos niquelados.
Si hoy maleducamos a toda una generación desde el punto de vista cívico, es porque les enseñamos a que valoren el brillo y ni siquiera aprecien el resplandor. Les inducimos a pensar según la razón instrumental y no les dejamos sosiego ni libertad para esforzarse en ejercitar la inteligencia meditativa".
Y, concluye Alexis: "(...) Es un problema que puede solucionarse a mediano o largo plazo, o tal vez no se solucione …depende de los que lleven el timón de este carro sin rumbo".
Nos dice Alejandro Llano Cifuente: "Lo que demanda la sociedad es una "nueva ciudadanía", mucho más activa y responsable, en donde las personas no se conformen con ser invitados de piedra en el concierto público, sino que ejerciten con energía y decisión su libertad social, su responsabilidad cívica y su creatividad cultural.
Los nuevos ciudadanos, quienes habrán de tomar el relevo de la cosa pública dentro de poco, tendrán el honor y la carga de configurar ese mundo tan distinto al actual de una forma hondamente humana. Será necesario que aprendan una asignatura que no está en los libros de texto ni se puede incluir en los planes de estudio.
La formación cívica se adquiere como por ósmosis en las relaciones de parentesco y vecindad. Esto pone en primer término la necesidad del buen ejemplo. Sólo quien conviva con buenos ciudadanos aprenderá a serlo. En esta disciplina, todos somos discípulos y maestros a un tiempo. Cada uno debe pensar: que no sea yo el que les falle".
Creo que es muy importante el concientizarse de esta realidad. Pero más allá de comprenderla o de entenderla, es necesario no ser hipócritas veletas y según de que lado el viento sople, tratar de estar bien con "Dios y con el Diablo", y pretender que estos productos tengan, al menos, una advertencia - al estilo de la que llevan impresa las cajetillas de cigarrillos - "el consumir este producto puede ser nocivo para el desarrollo normal de su intelecto...". Aceptarlas equivale a asegurar su mantenimiento (que el negocio rinda muchos dividendos), en las mismas condiciones en el mejor de los casos pero, seguramente con una sustancial brecha social y cultural. Comprender estas expresiones y entenderlas, no ha de significar aprobarlas.
No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino... en esta especie de "Super Market cultural" en el que estamos inmersos, y en un mundo, cuya comprensión nos trasciende.
lunes, agosto 13, 2007
Ricardo Silveira: el otro lado del río.
Powell y Joao Gilberto.
luego diremos que "Outro Río" además de resumir esta propuesta, nos muestra la altura musical y humana de Ricardo y, para dejarlo sólo en tres temas, "A medida do meu coraçao" en dúo con la voz de María Rita, totalmente disfrutable.
La Música: Indispensable. Identificación psico-sociocultural
Machan: cosas de la vida...
Motion of love
Nu Groove Records - 2007
El movimiento del amor. La guitarrista y vocalista Machan acaba de lanzar su segundo álbum y, primero con el sello Nu Groove Records.
Son diez canciones, nueve de ellas compuestas totalmente por Machan. Canciones cuya temática y texturas se desenvuelven alrededor de tramas como el amor y la pérdida, las vueltas de la vida.
En su propuesta, Machan nos ofrece una mezcla, bien lograda, de sonidos que van del Funky, pasando por el Reggae, los sonidos y ritmos brasileños y el Jazz todos perfectamente ensamblados en piezas de perfecta ejecución y rítmica, con arreglos sólidos y que permiten en lucimiento -sin estridencias- tanto de la voz de Machan -su intervención con la guitarra- como de la participación de los invitados, piezas que cuentan además, con melodías y letras atractivas que suman para un resultado equilibrado que redunda en una experiencia musical agradable, especialmente para aquellos que, no teníamos el gusto de conocer a esta intérprete.
Participan en este trabajo como anfitriones e invitados, lumbreras del Jazz tales como John Scofield, John Medeski, Randy Brecker, el percusionista brasileño Portinho y Dany Louis, los cuales dan realce y redondean un resultado que conforma.
Machan dentro de la diversidad de su trabajo, mantiene diríamos, una constante estilística representada en su vocalización, suave y delicada que se mueve perfectamente y destaca en temas como "Motion Love" donde el aire lounge es muy agradable y define los caminos siguientes. Otro tema que sobresale es "Everyday" que hace del sonido reggae una interesante base y, sin desmerecer el resto del contenido, donde esperaríamos más compromiso en los arreglos -y que seguramente estarán presentes en venideras producciones- pero que en general igualmente condesciende y satisface, "Without your smile" es el restante tema a destacar.
Integrantes e invitados: Machan (guitarra y voces); John Herrington, John Scofield (guitarras eléctricas); William Galison (armónica); Aaron Heick(saxo alto); Randy Brecker (trompeta); John Medeski, Steve Gaboury(Fender Rhodes piano); Danny Louis (clavicordio); Tim Lefebvre, Gustavo Amarante (bajo); Ganita Janusonis, T. Xiques, Jerry Marotta, Portinho, Rodney Holmes, Shawn Pelton (batería); Nanny Assis(congas); Rick DePofi, Elaine Caswell (coros). (JR)
La vista y el oído.
su aprehensión del mundo. Mientras en Occidente el ojo ocupa un lugar preeminente en las sociedades negras se da más importancia al oído. El mundo occidental, que atribuye un papel preeminente a las artes plásticas y a lo escrito (que pasan por la vista), tiende a apreciar la música de forma a veces cerebral, a través de la partitura y de la interpretación (considera una "lectura" de la obra), ligada a convenciones relativamente restrictivas y apartadas de lo corpóreo.
martes, julio 03, 2007
Muiza Adnet: beleza! no canto alem do Brasil (*)
"Si yo fuera el Emperador, Muiza sería mi cantante exclusiva". Moacir Santos
Grupo de Jazz se ofrece. Para mas información, llamar...
El frío y yo, como que no nos llevamos del todo bien. Especialmente a la hora de sentarse a escribir. La inspiración -normalmente en forma de voluntad, de motivación- no parece rondar y los dedos de las manos y los pies (tiesos) -aun con el cercano calefactorcito de halógeno- me recuerdan persistentemente que estamos en época hibernal.
Pero, me he hecho el compromiso, de mantener -más o menos- actualizado el Blog, de manera que, con muchas interrupciones (para calentar mis manos, buscar café, te o mate, para "templar" el espíritu, etc.) hecho mano, valga la reiteración, de apuntes y notas que siempre recopilo y acopio con la finalidad de analizar, estudiar para tratar y desarrollar luego en algunos de mis escritos.
Como los que siguen o, como este que recolecté de "nuvolaglia" y en el cual Oscar Pita-Grandi nos dice que: "como toda expresión artística, el jazz no está exento de detractores o aguafiestas. Algunos de éstos sostienen que el eclecticismo del jazz es incompatible con el buen gusto. Es decir, que lo que se alimenta de aquí y de allá, de elementos diferentes para crear algo, no es de buen gusto por su condición “impura”. Cosa más absurda. No existe hombre puro. El arte camina con el hombre; y lo sobrevive si es que posee, dicho arte, cierta valía para las sociedades venideras. Y también como el hombre, el arte altera lo presente, transforma ilusiones de futuro, anula o esquiva o se funda en lo pretérito de su existencia para mirar desde allí, y crear o saltar hacia lugares solo accesibles desde el fondo de su memoria. Aquellos detractores olvidan que el jazz es en esencia ecléctico, o sea, impuro. Aquella condición de impureza del jazz es su mejor virtud. La música moderna le debe lo que es al jazz y a su eclecticismo. Desde el charleston hasta el grunch. El jazz es un híbrido desde que nació y lo será hasta que muera. Nosotros, al oír el jazz de hoy, podríamos pensar que es puro; sucede que surgió hace tanto tiempo que ya hemos olvidado, acaso nunca lo supimos, que tan impuro fue alguna vez.
El jazz es música humana, decía Erick Dolphy, y esto lo comparten muchos músicos. A Duke Ellington le encantaba hablar de "humanidad", y la pianista Jo Ann Brackeen ha dicho que jazz significa “hacer espiritual lo humano”.
Ahora bien. Que uno sea un ecléctico no quiere decir que apruebe todo tipo de entreverado musical sin ningún juicio crítico. Juicio, buen gusto y criterio que, en la música que de forma tan extendida, de la mano del jazz devino en llamarse de "fusión", tienen que aplicarse para determinar cuando estamos ante una experiencia sonora interesante o cuando por el contrario, ante un "gazapo", desliz creativo o un "arroz con mango" (simple mezcolanza).
John Cage: Construir con sonidos
Su obra no es la ejecución, sino el hacer que la audiencia oiga, primero el silencio, luego un carro que pasa a lo lejos, después un insecto y poco después los murmullos de la misma audiencia, que se queda estupefacta ante tal concierto. Por primera vez el Maverick Concert Hall fue escuchado el 29 de agosto de 1952, día de la presentación de 4’33’’. Por primera vez las personas escuchan una sala de conciertos, un lugar en donde están reunidos con la única finalidad de escuchar; y sorprendentemente se escuchan a ellas mismas dentro de este concierto.
A propósito de Cage, Carmen Pardo Salgado explica (...) El silencio posee un valor cuantitativo: la figura que lo representa y que indica por cuanto tiempo se debe interrumpir la nota, así como un valor que podría llamarse intensivo y que depende del lugar que ocupa el silencio en la composición. El modo en que se escucha el silencio en esas construcciones viene determinado, generalmente, por la manera en que se atiende al sonido. (...)Aprender a escuchar, aprender a escuchar el silencio y el sonido van a provocar una autoalteración. Esta es como es sabido, la enseñanza que nos brinda el músico norteamericano John Cage quien de modo magistral enseñó a escuchar las formas del silencio. Unas formas que requieren destruir la grafía del lenguaje, de la memoria, para mostrar que silencio y sonido siempre están en continuidad. (...)
(...) El interés por el silencio hace mella en Cage con el conocimiento de la tradición musical de la India, que considera que el sonido siempre continúa. De ella tomaría el músico en los años cuarenta su inclinación por ese centro sin color que separa las emociones blancas, (lo heroico, lo erótico, lo alegre, lo maravilloso) y las negras (el miedo, la cólera, el disgusto y la preocupación). En el centro sin color, la tranquilidad que libera de los gustos y disgustos. En el centro se encuentra el silencio de Cage, ese nuevo oído que aprendió a acallar su voz para abrirse a todos los sonidos. (...)
"Lo prodigioso en esto es cuando la actividad llega a detenerse, lo que se ve inmediatamente es que el resto del mundo no se ha detenido. No hay lugar sin actividad... Así la única diferencia entre actividad e inactividad está en la mente". Montague 1982
Aprender a escuchar no implica descubrir nada nuevo, sino redescubrirnos a través del mundo en el que nos conducimos. La experiencia estética, ya lo dice Hillman, es simplemente la capacidad de sentir asombro por las maravillas del mundo, imaginándolas y re-imaginándolas en el corazón. Así, no es necesario enmarcar sólo una escena para saber que somos parte de un happening perpetuo, ni tampoco citar a veinte autores distintos para justificar que música y arquitectura suceden incontenibles e inevitables. Visto en: todoarquitectura.com
Escuchar, al igual que sentir, es simplemente dejarse seducir por lo obvio.
"No es culto en música aquel quien distingue todas las notas sino aquel quien sabe apreciarlas y darles su significado". Josep Oriol López Bosch